El estrés y el sarpullido: esto piensan los expertos
La urticaria, por ejemplo, aparece como protuberancias elevadas y con picazón en la piel y esto puede deberse al incremento en los niveles de estrés, mientras que en otros casos, el enrojecimiento también puede estar presente.
En los últimos tiempos, se ha observado un aumento significativo en el número de jóvenes que buscan ayuda médica para abordar problemas de la piel relacionados con el estrés. La Dra. Shasa Hu, profesora asociada en el departamento de dermatología y cirugía cutánea de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami, informa que más pacientes jóvenes están experimentando erupciones cutáneas por estrés, una consecuencia física del creciente nivel de estrés en la sociedad actual.
Según los expertos, el estrés puede desencadenar una variedad de afecciones cutáneas, desde urticaria hasta rosácea, psoriasis y eccema. La Dra. Hu explica que el vínculo entre el estrés y la piel se encuentra en el eje hipotalámico-pituitario-adrenal en el cerebro, que regula la respuesta del cuerpo al estrés. La liberación de cortisol, conocida como “la hormona del estrés”, interacciona con el sistema inmunológico, aumentando la susceptibilidad de la piel a desarrollar erupciones y agravando diversas afecciones cutáneas.
El Dr. Evan Rieder, dermatólogo y psiquiatra certificado en la ciudad de Nueva York, agrega que durante momentos de estrés, varios factores, como la falta de sueño, cambios en la dieta y otros desafíos, pueden combinarse para afectar negativamente la piel. La desregulación del sueño, en particular, puede influir en el eje HPA y contribuir a la aparición de erupciones cutáneas.
Cómo se manifiestan las erupciones por estrés
Las erupciones por estrés pueden manifestarse de diferentes maneras. La urticaria, por ejemplo, aparece como protuberancias elevadas y con picazón en la piel, mientras que en otros casos, el enrojecimiento también puede estar presente.
Además, algunas personas pueden experimentar dermatografía, una condición en la que marcas elevadas aparecen en la piel después de ser rozada con un objeto sin filo.
La Dra. Hu advierte que, aunque las prácticas para aliviar el estrés son útiles, no son un tratamiento único para las erupciones por estrés. Es probable que los pacientes también necesiten medicamentos tradicionales según la gravedad y la naturaleza específica de su afección cutánea.
Para prevenir erupciones por estrés, los expertos recomiendan adoptar técnicas de manejo del estrés, como terapia de masajes, ejercicios de respiración, actividad física regular, una dieta equilibrada, priorización del sueño de calidad, prácticas de meditación y atención plena, así como tratamientos de salud mental más formales.
El estrés no solo afecta la apariencia de la piel, sino que también puede desencadenar o agravar diversas afecciones, como acné, rosácea, eczema, psoriasis, pérdida de cabello y piel seca. El Dr. Joshua Zeichner, profesor asociado de dermatología en el Hospital Mount Sinai, explica que las hormonas liberadas durante la respuesta al estrés estimulan las glándulas sebáceas, contribuyendo a brotes de acné.
Si las erupciones por estrés se vuelven recurrentes y afectan significativamente la calidad de vida, se recomienda buscar la orientación de un profesional médico.
Un dermatólogo puede realizar una evaluación más detallada, incluso mediante una biopsia de piel o análisis de sangre, para identificar posibles condiciones subyacentes. Además, la consulta con un profesional de la salud mental puede ser útil para desarrollar estrategias efectivas de manejo del estrés.
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