La furia de Estados Unidos ante Trinidad y Tobago se desató en solo diez minutos
El conjunto estadounidense venció 3-0 a Trinidad y Tobago, pero al minuto 82 de partido el duelo seguía con igualdad sin goles. El mexicoamericano Ricardo Pepi marcó el camino para la goleada de la USMNT
La selección de Estados Unidos comenzó con el pie derecho su intención de defender su trono en la Liga de Naciones de la Concacaf. Trinidad y Tobago parecía un rival sencillo en el Q2 Stadium, pero el 3-0 final es un resultado engañoso. El conjunto de Gregg Berhalter estuvo cerca de resbalar.
“Es una gran oportunidad para el equipo. Cuartos de Final y potencialmente las semifinales, y claro que la Copa América que es el principal objetivo”, esto dijo Gregg Berhalter antes de que se disputara el partido contra los trinitenses. Pero esa “gran oportunidad” se le complicó al poderoso conjunto estadounidense.
La USMNT realizó algunas variantes en su once inicial, pero la plantilla seguía siendo muy superior a la de su rival. Sin embargo, el arco defendido por Denzil Smith fue impenetrable durante los primeros 45 minutos.
De hecho, antes de que finalizara el primer tiempo, concretamente en el minuto 37, Noah Powder se iría expulsado del compromiso luego de propinarle una dura entrada a Weston McKnnie. Esta acción dejó con un jugador menos a Trinidad y Tobago y los obligó a encerrarse mucho más atrás.
Ráfaga de Estados Unidos
Faltaban 8 minutos para llegar a los 90 reglamentarios y en medio de los murmullos del público de ver a una selección de Estados Unidos incapaz de hacerle un gol a Trinidad y Tobago, apareció la figura de Ricardo Pepi. El mexicoamericano ingresó desde el banquillo y le dio la ventaja parcial al conjunto estadounidense.
Solo bastaron 7 minutos más para que Estados Unidos maquillara el resultado y aumentara su ventaja con goles de Antonee Robinson (86) y Giovanni Reyna (89).
En términos generales, Estados Unidos no hizo un mal partido. El principal problema de la USMNT estuvo en la definición sobre el arco trinitense. El conjunto dirigido por Gregg Berhalter se adueñó de la pelota con un apabullante 76% de posesión, tuvo 10 tiros de esquina y generó hasta 26 remates, pero solo 8 tuvieron dirección de arco.
Con el arco en cero y ante una Trinidad y Tobago que solo pateó una vez en todo el partido, Estados Unidos tiene todo encaminado para conseguir su pase a la Copa América de 2024 y seguir con vida en la Liga de Naciones de la Concacaf y así revalidar su título obtenido en la edición pasada.
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