Uso de Internet no afecta la salud mental: descubre los detalles
Un nuevo estudio asegura que el uso de tecnologías basadas en Internet no han tenido un impacto significativo en los índices de bienestar psicológico o los resultados de salud mental
Un nuevo estudio buscó entender cómo la adopción generalizada de tecnologías basadas en Internet ha afectado la salud mental. Crédito: PeopleImages.com - Yuri A | Shutterstock
En un estudio reciente, publicado en la prestigiosa revista Clinical Psychological Science, los investigadores han desafiado las preocupaciones previas sobre el impacto negativo de las tecnologías de Internet en la salud mental.
Contrario a las creencias comunes, el estudio encontró que el prolífico crecimiento de las tecnologías basadas en Internet ha tenido un impacto inconsistente y menor en el bienestar psicológico a nivel mundial.
El estudio, que abarcó dos investigaciones exhaustivas, buscó entender cómo la adopción generalizada de tecnologías basadas en Internet ha afectado la salud mental y el bienestar global en las últimas dos décadas.
Contrariamente a las preocupaciones iniciales sobre los efectos nocivos de las redes sociales, los teléfonos inteligentes y los juegos en línea, los resultados del primer estudio no mostraron cambios significativos en el bienestar psicológico en ninguno de los 168 países analizados durante un período de 16 años.
El primer estudio evaluó tres aspectos del bienestar psicológico: experiencias negativas autoinformadas, experiencias positivas y satisfacción con la vida. Utilizando datos de suscripciones de banda ancha móvil per cápita y usuarios de Internet en 168 países, así como datos de salud mental de más de dos millones de personas de 15 a 89 años entre 2005 y 2022, los investigadores no encontraron asociaciones consistentes entre el aumento del uso de tecnologías basadas en Internet y cambios en el bienestar psicológico.
“No pudimos observar conexiones consistentes entre los cambios en el bienestar y la adopción de tecnología basada en Internet. Además, las asociaciones no mostraron variaciones significativas entre grupos demográficos, desafiando así la idea de que ciertos grupos, como los jóvenes o las mujeres jóvenes, son particularmente vulnerables”, señaló el principal autor del estudio.
El internet y la depresión
El segundo estudio, que examinó las tasas de autolesiones, trastornos depresivos y trastornos de ansiedad en 202 países durante 19 años, reveló resultados mixtos. Contrario a las expectativas, las tasas promedio de autolesiones y trastornos depresivos disminuyeron, mientras que las de los trastornos de ansiedad aumentaron.
Sin embargo, después de ajustar el ruido en los metanálisis, las asociaciones entre los cambios en los resultados de salud mental y la adopción de tecnologías basadas en Internet resultaron ser insignificantes.
Estos hallazgos desafían las creencias previas y destacan la necesidad de reconsiderar las políticas gubernamentales que buscan regular el acceso a las tecnologías de Internet basándose en preocupaciones sobre la salud mental.
Los investigadores instan a un enfoque más matizado y basado en evidencia para abordar estas preocupaciones, reconociendo que la relación entre la tecnología y la salud mental es compleja y multifacética.
Si bien este estudio aporta una perspectiva valiosa sobre el impacto de la tecnología en la salud mental, los expertos enfatizan la necesidad continua de investigación en este campo dinámico y en evolución. La tecnología seguirá desempeñando un papel fundamental en la sociedad moderna, y comprender sus efectos en la salud mental es crucial para informar políticas y prácticas que promuevan el bienestar general de la población.
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