Por qué olvidamos nuestra primera infancia y qué podemos hacer para recordarla, según psicólogos
Los psicólogos han redefinido la amnesia infantil como el "inicio de la memoria", destacando el papel crucial del desarrollo cerebral y del lenguaje. Esto sugiere estrategias para mejorar la retención de recuerdos en la vida adulta
Los psicólogos han desentrañado el enigma de la amnesia infantil, también conocida como amnesia infantil, considerándola ahora como el “inicio de la memoria”, según la descripción de un psicólogo en un artículo de Psychology Today.
. Este fenómeno, que ha desconcertado a los expertos desde el siglo XIX, se presenta como la incapacidad de recordar los dos o tres primeros años de vida. Sin embargo, un nuevo enfoque propone que este período marca el comienzo de la formación de recuerdos.
La clave para comprender este proceso reside en una combinación de factores fisiológicos y cognitivos. Durante los primeros dos años de vida el cerebro experimenta un desarrollo significativo, con la corteza cerebral madurando y el hipocampo, crucial para la formación de recuerdos, experimentando un crecimiento sustancial. Este periodo de neurogénesis establece el escenario para la memorización, pero curiosamente, la capacidad de recordar la primera infancia se desvanece después de este período.
La adición de nuevas neuronas en la corteza y el hipocampo reemplaza las conexiones antiguas por otras nuevas, alterando los recuerdos formados temprano en la vida. Los niños de dos años y medio, que experimentan este proceso antes de la neurogénesis, pueden recordar eventos seis meses antes, pero luego pierden esa capacidad a medida que envejecen.
“La amnesia infantil no es un olvido patológico, sino el inicio de la memoria. Los niños pequeños no han desarrollado aún la capacidad de recordar eventos de manera autobiográfica”, señala la Dra. Elena Martínez, psicóloga infantil.
La formación de la memoria en la infancia está intrínsecamente ligada al desarrollo del lenguaje. A medida que los niños aprenden a hablar, estructuran e interpretan sus recuerdos con el lenguaje. Esto lleva a la conclusión de que el lenguaje es esencial para recordar, aunque algunos expertos argumentan que, si bien el lenguaje organiza y apoya la memoria, no es indispensable para crear y recordar recuerdos duraderos.
En la infancia se puede desarrollar memoria autobiográfica
La Dra. Martínez también destaca la importancia de adquirir un concepto de uno mismo para desarrollar la memoria autobiográfica. Los niños pequeños aún no han establecido un yo autónomo, lo que explica por qué no recuerdan su presencia durante eventos de la primera infancia. A medida que envejecemos y acumulamos recuerdos, se desarrolla un sentido más elaborado de identidad, fortaleciendo la memoria autobiográfica.
Este descubrimiento tiene implicaciones significativas para mejorar la memoria en la vida adulta. Al entender la amnesia infantil como el inicio de la memoria, los expertos sugieren estrategias para fortalecer la retención de recuerdos. Recomiendan encajar eventos en una narrativa de vida coherente, reflexionar conscientemente sobre lo que tendrá consecuencias y alinear las estrategias de recuperación con el contexto original de codificación.
“Replantear la amnesia infantil nos brinda una nueva perspectiva sobre el desarrollo cognitivo. Podemos utilizar este conocimiento para mejorar la memoria en la vida adulta, adoptando enfoques conscientes y prácticas que fortalezcan nuestra capacidad de recordar”, concluye la especialista.
Este revolucionario descubrimiento no solo arroja luz sobre un enigma de larga data, sino que también promete abrir nuevas vías para entender y potenciar la memoria humana. La ciencia continúa desentrañando los misterios del cerebro, revelando secretos que podrían cambiar fundamentalmente nuestra comprensión de la mente humana.
Sigue leyendo: