En aumento la cantidad de mujeres que qudan embarazadas entre los 30 y 40 años en EE.UU
En los Estados Unidos se ha observado un aumento constante en la edad de padres primerizos, alcanzando un récord de 27.3 años en 2021. Este cambio refleja una tendencia hacia la postergación de la paternidad
En una marcada desviación de las tendencias históricas, los datos federales revelan un aumento constante en el número de personas mayores que experimentan la paternidad por primera vez en los Estados Unidos.
En 2021 la edad media para el primer nacimiento alcanzó un récord de 27,3 años, según estadísticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Este fenómeno refleja un cambio en las dinámicas familiares, donde la proporción de personas entre 30 y 40 años que dan a luz ha ido en aumento desde el año 2000.
Un dato notable es que, en 2021, aproximadamente el 20% de los embarazos en Estados Unidos se produjeron en personas de 35 años o más, lo que también representó casi el 12% de los primeros embarazos. En comparación, en el año 2000, este grupo demográfico constituía solo alrededor del 7,4% de los primeros nacimientos.
Esta tendencia se observa en todos los grupos raciales, aunque las estadounidenses blancas y asiáticas tienden a comenzar la maternidad en sus 30 años o cerca de esa edad en mayor medida. Según los datos, alrededor del 12,8% de los primeros embarazos de mujeres blancas estadounidenses y el 22,5% de las mujeres estadounidenses de origen asiático ocurrieron en personas de 35 años o más.
Este cambio en el panorama reproductivo también está vinculado a transformaciones en el estilo de vida. Los estadounidenses están posponiendo el matrimonio y la maternidad/paternidad hasta más tarde en la vida, con un aumento en la edad promedio para el primer matrimonio.
Por qué se posterga la paternidad
Las mujeres en promedio, se casan a los 28 años en 2022, en comparación con los 25 años en el año 2000. Los hombres también han visto un aumento en la edad promedio para el primer matrimonio, llegando a los 30 años en 2022.
La decisión de postergar la paternidad se relaciona con un cambio en las prioridades individuales. Los expertos señalan que cada vez más mujeres optan por priorizar sus carreras y alcanzar metas financieras antes de dar la bienvenida a un hijo. Esta evolución refleja un cambio cultural hacia la valoración de logros personales y profesionales antes de comprometerse con la crianza.
“Ha habido un enorme cambio social en las ideas de la gente sobre cuándo es el momento ideal para tener hijos”, destacó Alison Gemmill, demógrafa de la Universidad Johns Hopkins. “Hay mucho más énfasis, especialmente entre los 20 y los 30 años, en participar en actividades que desarrollen lo que podemos llamar capital humano: ir a la escuela, establecer una carrera“.
Aunque estos cambios indican avances hacia una mayor equidad de género, los desafíos de la atención médica no han seguido el mismo ritmo. Los embarazos después de los 35 años presentan desafíos adicionales en un sistema médico que ya enfrenta resultados de salud adversos para las personas embarazadas.
La eliminación de las protecciones federales contra el aborto ha agregado una nueva capa de complejidad para aquellas que buscan la paternidad en etapas más avanzadas de la vida.
Las preocupaciones de salud incluyen un mayor riesgo de aborto espontáneo y complicaciones que pueden amenazar la salud de la persona embarazada o del feto. Los expertos señalan que se necesitan esfuerzos para cambiar la percepción de los médicos sobre los embarazos en edades más avanzadas, abogando por una evaluación continua de la edad en lugar de términos como “edad materna avanzada”, que pueden llevar a una atención deficiente.
A pesar de los riesgos asociados, los profesionales de la salud enfatizan que la mayoría de las mujeres de 35 años o más tienen embarazos saludables y sin complicaciones. El Dr. Mark Turrentine, presidente del Comité de Consenso Clínico sobre Obstetricia, destaca que la edad por sí sola no debería avergonzar a ninguna persona embarazada, subrayando la importancia de una atención médica equitativa e informada.
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