Viuda de Hugh Hefner revela secretos y horrores de su vida en la mansión Playboy

Crystal Hefner, quien es viuda del magnate Hugh Hefner, sorprendió a todos con las impactantes revelaciones que hizo sobre la mansión Playboy y que plasmó en su libro ‘Only Say Good Things: Surviving Playboy and Finding Myself’, al asegurar que nada era lo que parecía.

En su texto detalló que la lujosa residencia, que por varios años fue hogar de diferentes conejitas, no se encontraba en las mejores condiciones y que vivir ahí era realmente indigno.

Crystal, quien confesó que nunca estuvo enamorada del magnate y con quien tenía relaciones solo para cumplir como su pareja, reveló que vivir en la mansión fue similar a hacerlo en una fraternidad universitaria, pues los hábitos de limpieza eran realmente nulos, a tal grado de que había moho en las esquinas.

También habló de los animales exóticos que había en el lugar, los cuales, asegura, se encontraban en muy mal estado.

Además de compartir las nulas medidas de higiene, Crystal detalló que no tenía permitido salir de la mansión, ni tampoco ponerse piercings o pintarse las uñas en tonos oscuros. También estaba obligada a pintarse el cabello de rubio y a realizarse cualquier cantidad de operaciones para lucir siempre radiante.

“Era algo tácito, pero estaba muy claro que no había otra opción si quería quedarme”, detalló en su revelador testimonio, el cual se quedó para ella por años.

La lujosa residencia, que fue habitada por cualquier cantidad de mujeres desde 1974 y fue construida en 1927, fue vendida por Hugh Hefner, el 16 de agosto de 2016, por $100 millones de dólares, pero fue hasta su muerte que la casa pasó a manos del magnate Daren Metropoulos, al ser ese el acuerdo al que llegaron para llevar a cabo la operación.

La Mansión Playboy, tal y como lo pudimos notar en la ficha técnica dada a conocer por diversos medios especializados en la venta de bienes raíces, cuenta con una extensión de 14,217 pies cuadrados, con siete recámaras, con siete baños completos y con un medio baño.

Al igual goza de vestíbulo, de cocina, de comedor, de sala de estar, de sala principal, de sala de juegos, de cava de vinos, de cocina de catering, de sala de cine, de gimnasio, entre otras habitaciones.

Al exterior, en su lote de 5.02 acres, la imponente residencia tiene extensas áreas verdes, casa de juegos, cancha de tenis, casa de huéspedes con cuatro dormitorios, piscina estilo resort con su respectiva área de spa y una gran gruta en forma de cueva, entre otras amenidades.

Es una de las pocas residencias de Los Ángeles que cuentan con licencia para poseer su propio zoológico.

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