“Tragedia en Kansas City hiere profundamente el alma estadounidense”, confiesa Biden
Los disparos se produjeron a las afueras de la estación Union Station, cerca de donde decenas de miles de personas se habían reunido para ver el desfile del campeonato de los Chiefs
De acuerdo a las autoridades, el número total de víctimas no es definitivo y aún puede aumentar. Crédito: AP
Este miércoles, la violencia armada volvió a escribir una trágica página en Estados Unidos y al menos una persona murió y 21 resultaron heridas en un tiroteo ocurrido al finalizar el desfile de celebración del Super Bowl de los Chiefs en la ciudad de Kansas City.
Entre los 21 heridos de bala, ocho están considerados en inmediato peligro de muerte, siete con heridas potencialmente mortales y seis con heridas menores, según detalló en rueda de prensa el jefe del Departamento de Bomberos de Kansas City, Ross Grundyson.
Luego del trágico suceso, el presidente Joe Biden volvió a poner en la discusión nacional el tema de la violencia armada.
Mediante un comunicado, dijo que, “El Super Bowl es el evento más unificador en Estados Unidos. Nada nos une a más de nosotros. Y la celebración de una victoria es un momento que genera una alegría incomparable para el equipo ganador y sus seguidores. Que esta alegría se convierta hoy en tragedia en Kansas City hiere profundamente el alma estadounidense”.
“Los acontecimientos de hoy deberían conmovernos, escandalizarnos y avergonzarnos para que actuemos. ¿Qué estamos esperando? ¿Qué más necesitamos ver? ¿Cuántas familias más hay que separar?”, insistió.
Ya en otras ocasiones, en el contexto de tragedias similares, el mandatario había reiterado sus llamados para aprobar verificaciones de antecedentes universales y una prohibición de armas de asalto y para poner fin a la inmunidad legal para los fabricantes de armas de fuego.
Ahora, en un festejo deportivo que se volvió tragedia, el mandatario recalcó, “Es tiempo de actuar. Ahí es donde estoy. Y le pido al país que me apoye. Para hacer oír su voz en el Congreso para que finalmente actuemos para prohibir las armas de asalto, limitar los cargadores de alta capacidad, fortalecer las verificaciones de antecedentes y mantener las armas fuera del alcance de quienes no tienen por qué poseerlas ni manipularlas… Sabemos lo que tenemos que hacer, sólo necesitamos el coraje para hacerlo”.
Bajo el mismo sentido, recalcó que justo cuando se cumplen seis años del tiroteo en Parkland, “nos enteramos de que tres agentes de policía recibieron disparos en el cumplimiento de su deber en Washington, DC y que se produjo otro tiroteo en la escuela secundaria Benjamin Mays en Atlanta. Ayer se cumplió un año desde el tiroteo en la Universidad Estatal de Michigan. Hemos tenido más tiroteos masivos en 2024 que días en el año”.
De tal modo, dijo que Estados Unidos vive una epidemia de violencia armada que está destrozando familias y comunidades todos los días.
“Tenemos que decidir quiénes somos como país. Para mí, somos un país donde la gente debería tener derecho a ir a la escuela, a la iglesia, a caminar por la calle y a asistir a una celebración del Super Bowl, sin temor a perder la vida a causa de la violencia armada”
“Jill y yo oramos por los muertos y heridos hoy en Kansas City, y porque nuestro país encuentre la determinación para poner fin a esta epidemia sin sentido de violencia armada que nos desgarra”, sentenció.
En septiembre de 2023, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, anunció la creación de la primera oficina del Gobierno federal dedicada a combatir la violencia de las armas de fuego, que se cobra la vida de 120 personas al día en el país.
Pese a ello, el 2023 cerró como unos de los años más violentos, con al menos 656 tiroteos masivos, sólo detrás de los 689 de 2021, mientras en lo que va de 2024 se contabilizan 50 episodios.
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