Nicole Kidman recordó cómo se sintió cuando ganó su primer Oscar: “No tenía a nadie”
En 2003, la actriz de 56 años de edad ganó su primer Oscar por su trabajo en The Hours. Aunque su familia estuvo en la ceremonia, se sintió sola porque quería compañía en un sentido romántico
Nicole Kidman recordó cómo fue la noche en la que ganó su primer Oscar. En 2003, la actriz recibió su primer premio de la Academia por su trabajo en The Hours, de Stephen Daldry.
Recientemente, en una entrevista en The Jess Cagle Show de SiriusXM, la actriz de 56 años de edad contó que se sintió muy sola cuando recibió su primer Oscar, aunque su familia estuvo en la ceremonia. Quería compañía en un sentido romántico.
“’Necesito una nueva vida, por favor’”, recordó haber pensado en ese momento. “’Estoy sentada aquí y no tengo a nadie con quien saltar sobre la cama’. Hay ciertos momentos en los que simplemente dices: ‘Necesito saltar sobre la cama’”, contó.
La actriz reveló que, en ese momento, sólo quería celebrar junto a algún amante. “Quiero pedir papas fritas y una hamburguesa y celebrar esto con mi amante y no tengo ninguna. Ayuda”, dijo que pensó.
Kidman tuvo que esperar algunos años para encontrar con quien celebrar y “saltar en la cama”. En 2005, la actriz conoció al cantante de country Keith Urban, con quien se casó un año después. La pareja tiene dos hijas juntos: Sunday y Faith.
Tuvo que mentir sobre su estatura para conseguir papeles
En una entrevista con Radio Times, Nicole Kidman contó que durante su carrera tuvo que mentir sobre una característica para conseguir algunos papeles.
La actriz confesó que su altura se convirtió en un problema al momento de audicionar para sus primeros papeles, por lo que tuvo que mentir sobre su estatura.
Kidman, que mide 1.80 metros de altura, se veía obligada a decir que medía 1.78 metros para poder ser considerada para un papel.
En la conversación, la actriz recordó una audición fallida cuando era niña para el musical Annie. Kidman contó que no consiguió el papel porque medía cinco centímetros más de lo que exigía el papel.
Además de una limitante al comienzo de su carrera, la estatura de la actriz también fue motivo de burlas en su juventud, puesto que sus compañeros de escuela la llamaban “cigüeña”; sin embargo, lo que más la afectó eran los comentarios de personas cercanas que le decían que no llegaría lejos, debido a su estatura.
“Me dijeron: ‘No harás carrera. Eres demasiado alta’. La gente me decía: ‘¿Qué tal se respira ahí arriba?”, contó Kidman a Radio Times.
La actriz no dejó que los comentarios frenaran sus ganas de hacerse un espacio en Hollywood y trabajó sin parar hasta demostrar que su talento era mucho más importante que su estatura.
Aunque aún tiene algunas inseguridades sobre su estatura, Kidman utiliza sus experiencias para enseñar a sus hijas, Sunday y Faith, sobre la importancia de no dejar que sus inseguridades físicas limiten sus sueños.
“Lo que importa es cómo permites que los demás te digan ‘sí’ o ‘no’, y si lo aceptas. La resistencia interior como ser humano, ese es realmente el superpoder”, dijo.
“A veces deseo ser pequeña, pero hay momentos en los que lo aprecio y puedo usar mi altura en mi trabajo”, agregó.
Además de los prejuicios y burlas, la actriz también indicó que su altura le ha generado algunos problemas de salud como dolores de rodillas.
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