La pregabalina para la ansiedad está relacionada con sobredosis: qué debes saber
La pregabalina, recetada para epilepsia, dolor y ansiedad, está relacionada con aumento de dependencia y mortalidad en el Reino Unido, generando preocupación por su adictividad y efectos secundarios graves
La pregabalina, conocida por sus diversas marcas comerciales como Alzain, Axalid y Lyrica, está generando creciente preocupación en el Reino Unido debido a su adictividad y a un aumento alarmante en las tasas de mortalidad relacionadas con su consumo.
Este medicamento, prescrito para tratar la epilepsia, aliviar el dolor y gestionar la ansiedad y la depresión, ha sido objeto de controversia desde su introducción en el mercado en 2004. Inicialmente promocionado como un reemplazo menos adictivo de los opioides, la pregabalina ha demostrado tener su propio conjunto de riesgos.
Según las estadísticas, en 2022 se recetó pregabalina a más de 8,5 millones de personas en Inglaterra. Aunque muchos pacientes informaron mejoras significativas en sus síntomas, los profesionales médicos están preocupados por la falta de conciencia sobre los riesgos asociados con este medicamento, lo que ha llevado a una dependencia generalizada de él.
Un aspecto preocupante es la relación entre la prescripción de pregabalina y la situación socioeconómica. Las tasas de prescripción son más altas en comunidades desfavorecidas, donde la ansiedad y el dolor crónico son más frecuentes. Esto ha llevado a críticas sobre la falta de acceso a terapias alternativas en estas áreas.
Sin embargo, el problema más grave que enfrenta la comunidad médica es la tasa de mortalidad relacionada con la pregabalina. Investigaciones recientes revelaron que esta droga tiene la tasa de mortalidad de más rápido crecimiento entre todos los medicamentos recetados en el Reino Unido, siendo responsable de un tercio de todas las muertes relacionadas con drogas.
En 2012, la pregabalina estaba vinculada a solo nueve certificados de defunción en el país. Sin embargo, una década después, este número aumentó drásticamente a 779. En los últimos cinco años, se han registrado al menos 3.400 muertes asociadas con la pregabalina.
Medicamento clase C
A pesar de ser clasificada como medicamento de Clase C y ser ilegal venderla o poseerla sin receta médica, ha surgido un mercado negro creciente para satisfacer la demanda de aquellos que han desarrollado una adicción a la sustancia.
Algunos incluso la han denominado “El Nuevo Valium” debido a sus propiedades sedantes, lo que ha llevado a su uso recreativo y, en algunos casos, a combinaciones peligrosas con otras drogas que pueden resultar en sobredosis.
La pregabalina también plantea riesgos específicos en términos de interacciones medicamentosas. El Instituto Nacional para la Excelencia en Salud y Atención (NICE) ha identificado 134 posibles interacciones, destacando la importancia de evitar el alcohol y ciertos antidepresivos al tomar este medicamento.
Los efectos secundarios de la pregabalina son variados e incluyen dolores de cabeza, náuseas, fatiga, cambios de humor y visión borrosa, entre otros. Además, la interrupción abrupta del tratamiento puede desencadenar síntomas de abstinencia, lo que subraya la necesidad de una interrupción gradual bajo supervisión médica.
Ante estas preocupaciones, se insta a los pacientes que están tomando pregabalina, así como a cualquier persona que esté preocupada por su uso de medicamentos recetados, a hablar con su médico de cabecera para recibir orientación y apoyo adecuados.
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