Estadounidense que realizaba fiestas sexuales con adolescentes en Colombia cayó por denuncias de sus vecinos
Un ciudadano estadounidense identificado por sus vecinos como Dominick Divencenzo, ofrecía dinero y regalos a jovenes de 15 a 17 años por mantener relaciones sexuales con él en su departamento en Medellín
Hace unos días se dio a conocer el arresto de un ciudadano estadounidense acusado de explotación de menores, y quien vivía en un departamento ubicado en el barrio La Floresta de Medellín, en Colombia.
Al momento de su captura, realizada por agentes de la Policía Metropolitana, el sujeto se encontraba en compañía de una menor de 16 años, según informaron medios locales como Blu Radio.
Las autoridades revelaron que, mediante una investigación, se comprobó que el hombre de 40 años ingresaba y salía del país desde 2021 para contactar a menores de edad, a quienes ofrecía entre $250,000 y $300,000 pesos colombianos (entre 63 y 76 dólares) por sostener relaciones sexuales con él.
En Colombia contactaba a sus víctimas por medio de redes sociales y algunas que eran referenciadas por otras menores de edad, a las que invitaba a fiestas en su departamento donde, además, les suministraba sustancias alucinógenas.
De acuerdo con las investigaciones, las víctimas serían menores de 15, 16 y 17 años, que al entrar a la casa del acusado recibían drogas que las dejaban en estado de indefensión, así como algunos regalos a cambio de no denunciarlo.
Hasta 30 denuncias por fiestas sexuales
Según reveló el medio de investigación El Armadillo, las autoridades de la Alcaldía de Medellín habían recibido hasta 30 registros mensuales de denuncias telefónicas por parte de los vecinos del acusado.
En las llamadas se informaba que el ciudadano de origen estadounidense realizaba múltiples fiestas en las que ingresaban jóvenes que parecían menores de edad.
Fue en octubre del año pasado cuando los vecinos comenzaron a informar que en esa residencia se llevaban a cabo múltiples fiestas, lo que hizo que uno de los residentes lo comparara con un burdel.
Además, se resalta que la identidad con la que los denunciantes de esta zona conocían al estadounidense era Dominick Divencenzo, quien alegó que sus vecinos eran xenófobos.
Dentro de los datos revelados por El Armadillo, se resalta que las primeras quejas fueron por una serie de remodelaciones que el hombre realizó al apartamento en el que vivía, sin permiso de la administración.
A pesar de que la policía intervino en varias ocasiones en las fiestas de Divencenzo, en ninguno de los procesos fueron solicitados los documentos de las mujeres que estaban dentro del apartamento.
Sobre la identidad del acusado, uno de los residentes del edificio afirmó que era un militar retirado que aseguraba vivir de la pensión que le suministraba el Gobierno estadounidense.
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