“Sentí un llamado”: la inspiradora historia de una flautista hispana que se unió a la Marina de EE.UU.
Hoy, la hispana de origen venezolano es integrante de la Banda de la 1ª División de Marines, en Camp Pendleton, California, donde presta servicio como instrumentista de flauta
Crédito: U.S. Marine Corps photo by Cpl. Kayla Halloran | Cortesía
La venezolana Ana Paola Rincones Urbina descubrió la belleza de la música a los 9 años cuando vivía con su familia en la turística isla de Margarita, en el estado Nueva Esparta. Nunca imaginó que años después su pasión por la flauta la llevaría a formar parte de la Marina de Estados Unidos.
Rincones, de 33 años, aprendió a tocar la flauta en el Sistema de Orquestas Juvenil e Infantil de Venezuela en la isla de Margarita, un programa social de música que ofrecía a los niños la oportunidad de aprender música de forma gratuita.
Allí decidió que sería músico toda su vida, por lo que trabajó para obtener una licenciatura en Interpretación Musical por la Universidad Nacional de las Artes y un máster en Interpretación Musical por la Universidad Simón Bolívar, en Caracas.
Entre 2000 y 2014, tocó en importantes escenarios fuera de Venezuela, enseñó en las Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela y el Conservatorio de Música Simón Bolívar, fue directora asociada de la Asociación Nacional de Flautistas de Venezuela y colaboró como flautista y flautinista de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar.
El talento de la joven flautista margariteña se extendió a la producción musical, con su primer álbum, Elegante Guajira vol.1, un homenaje a sus raíces colombianas. Con él, ganó el Premio Pepsi Music 2017 al Mejor Álbum Clásico.
Huir de Venezuela
Sin embargo, su vida daría un giro en 2017. En plena crisis económica, política y social de Venezuela decidió que lo mejor para su futuro era salir del país junto con su esposo, relató en una entrevista al Cuerpo de Marines de Estados Unidos.
“Nadie estaba a salvo de ser golpeado, robado o algo peor. Sentía que vivía dos vidas diferentes, la de la música y la personal”, recordó haciendo referencia a las protestas antigubernamentales que marcaron un antes y un después en Venezuela.
Primero se fue a Colombia, la tierra natal de sus padres. Luego migró a Los Ángeles, California, donde se reencontró en 2018 con su esposo y se embarcó en un capítulo totalmente nuevo de su carrera musical como marine estadounidense.
“Huí de Venezuela con mi marido. Social, económica y políticamente, estaba muy mal. Fue una decisión difícil dejar a nuestra familia, nuestras tradiciones y nuestra idiosincrasia, teniendo en cuenta el tiempo, la energía y el esfuerzo que dedicamos a nosotros mismos y a nuestras carreras”, contó.
Un nuevo comienzo
Algunos meses después de arribar a Estados Unidos, cuando buscaba algún trabajo disponible en el mundo de la música, la venezolana acudió a una cita con reclutadores del Programa de Opción de Alistamiento para Músicos de los marines estadounidenses.
“No estaba segura de dónde me metía, pero había algo que realmente sabía que quería hacer, que era desafiarme a mí misma, aprender por mí misma”, dijo Rincones.
“Sabía desde el principio que sería mucha sangre, sudor y lágrimas, pero quería devolver algo al país que nos abrió las puertas a mi marido y a mí. Somos muy afortunados de estar aquí”, añadió la venezolana con sangre colombiana.
Ana Paola Rincones no sólo tuvo que aprender un nuevo idioma y reaprender varias asignaturas, sino que también tuvo que ponerse en forma para superar las pruebas de aptitud física del Cuerpo de Marines.
“Sentí un llamado. Me sentí alineada con los valores que da esta organización. Y sí, realmente quería sentir ese sentimiento de pertenencia y orgullo de llevar el uniforme“, señaló la venezolana que en octubre de 2021 se convirtió en ciudadana estadounidense.
Hoy, la hispana es integrante de la Banda de la 1ª División de Marines, en Camp Pendleton, California, donde presta servicio como instrumentista de flauta.
“Comparto conexiones. Comparto música. Comparto conocimientos. Siempre voy con el corazón abierto a todos y cada uno de los marines de mi unidad. Siempre quiero ser un apoyo, porque eso es lo que aprendí con la música”, manifestó Rincones, quien ha sido distinguida con varios premios en la fuerza de infantería de marina más grande del mundo.
“A través del ejército, he conocido gente maravillosa y nada me hace más feliz que ver a mis amigos, personas que considero mi familia, tener éxito. Cada vez que tengo la oportunidad de estar con mis marines, me aseguro de hacerles saber lo geniales que son”, agregó.
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