Colapso del puente en Baltimore: cómo afectará al crecimiento económico de EE.UU.
Luego de que un buque carguero chocara contra el puente Francis Scott Key en Baltimore, y provocara su colapso, muchos se preguntan si el incidente afectará la economía del país
El puente Francis Scott Key en Baltimore se derrumbó la madrugada del martes. Crédito: EPA/JIM LO SCALZO | EFE
No hay ninguna duda que el colapso del puente Francis Scott Key de Baltimore fue un desastre marítimo, que dejó 6 personas desaparecidas y luego declaradas muertas, ¿pero el incidente es una crisis económica? Los expertos creen que no, pero el colapso del puente Francis Scott Key en Baltimore podría tener algunas consecuencias en la economía de Estados Unidos.
“Lo que ha sucedido es una verdadera tragedia humana, porque hay gente en el agua. En términos económicos, apenas tendrá repercusiones en la macroeconomía nacional”, comentó Joseph Brusuelas, economista jefe de RSM, a CNBC. El buque carguero DALI, con bandera de Singapur, chocó con un pilar del puente en las primeras horas del martes pasado, provocando el colapso inmediato del puente Francis Scott Key.
Colapso del puente Francis Scott Key: efectos en la economía nacional
Tras el colapso del puente, el puerto de Baltimore estará cerrado hasta nuevo aviso, lo que implica el paro de operaciones de transporte marítimo en el que es el undécimo puerto más grande de Estados Unidos y que sirve como principal destino de exportaciones de la industria automotriz.
Solo en 2023 el puerto de Baltimore manejó más de 847,000 autos y camionetas ligeras, más que cualquier otro puerto de los Estados Unidos. Brusuelas recalca que por su ubicación, el puerto de Baltimore pasa desapercibido para la mayoría de la población del país pues “no es atractivo, como el puerto de Los Ángeles, pero desempeña un papel fundamental en la cadena de suministro estadounidense”.
En un principio compañías automotrices como BMW y Volkswagen probablemente serán ls más afectadas debido a su dependencia del puerto de Baltimore. Lo que se traduciría en una escasez temporal para los consumidores que deseen comprar vehículos nuevos y quizá tengan que esperar algunas semanas extra para comprar su modelo deseado. Por otro lado están los minoristas como IKEA, Home Depot, Under Armour y el el transportista FedEx quienes también podrían resentir el impacto a corto plazo del colapso del puente en Baltimore.
Colapso del puente Francis Scott Key: efectos en la economía regional
Los expertos creen que el mayor impacto, con mayor duración, se verá reflejado para la ciudad de Baltimore. El puerto de la ciudad emplea directamente a más de 15,00 trabajadores e indirectamente es responsable de casi 140,000 puestos de trabajo a través de otras actividades portuarias, según Wes Moore gobernador de Maryland.
Los empleados del puerto de Baltimore podrían ser suspendidos de forma temporal o ver interrupciones en sus horas de trabajo por el cierre. Mientras tanto, sin el puente, los empleados podrían enfrentar tiempos de viaje más largos en una zona de tráfico que de por sí ya está muy congestionada.
Colapso del puente Francis Scott Key: efectos en la cadena de suministro
Tras enfrentarse a una serie de problemas en la cadena de suministro en la era de la pandemia, puertos de todo el país han aumentado su eficiencia y capacidad de eliminar retrasos masivos, de acuerdo a Brusuelas. Y esta capacidad de envío adicional proporciona una red de seguridad en caso de una emergencia logística.
De acuerdo a Chris Rogers, director global de investigación de cadenas de suministro de S&P, “el colapso del puente es el último desafío para las cadenas de suministro del noreste de Estados Unidos” y mencionó que se incluyen otros como “el acceso al Mar Rojo y al Canal de Panamá, así como la perspectiva de huelgas portuarias a mediados de 2024”.
En general, las perturbaciones económicas que resulten como consecuencia del colapso del puente en Baltimore probablemente afectarán a la economía en las próximas semanas y será imperceptible a finales del mes de abril. Pero es incidente pone a la vista de todos la fragilidad de la infraestructura de transporte en el país. “No queda ningún colchón, así que si sucediera algo más, tendríamos un problema”, dijo Mark Zandi, economista jefe de Moody’s.
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