Cómo puedes saber si sufres de sensibilidad al ruido
Un estudio británico revela que casi uno de cada cinco adultos experimenta sensibilidad al ruido, vinculada a múltiples afecciones médicas. La exposición prolongada a niveles altos de sonido puede afectar la salud auditiva y general, pero existen herramientas como tapones para los oídos y auriculares con cancelación de ruido para mitigar estos efectos
La sensibilidad al ruido afecta a casi uno de cada cinco adultos. Crédito: Prostock-studio | Shutterstock
Un estudio revelador publicado en PLOS One en 2023, llevado a cabo en el Reino Unido, ha arrojado luz sobre un fenómeno que pasado desapercibido: la sensibilidad al ruido afecta a casi uno de cada cinco adultos.
Según Richard J. Salvi, cofundador y director del Centro para la Audición y la Sordera de la Universidad de Buffalo, al menos 29 afecciones médicas están vinculadas a esta sensibilidad, lo que subraya la importancia de abordar este problema de salud pública.
Las personas que sufren de hiperacusia o misofonía encuentran intolerables los sonidos cotidianos, mientras que otros experimentan sensibilidad sensorial debido a trastornos del procesamiento sensorial, déficit de atención con hiperactividad o autismo.
Además, quienes padecen migrañas, fibromialgia o problemas de salud mental a menudo ven exacerbados sus síntomas por los sonidos fuertes.
Incluso sin un diagnóstico específico, la exposición repetida a sonidos fuertes puede afectar la salud auditiva y general. Sin embargo, hay esperanza ya que una evaluación auditiva completa puede descartar trastornos auditivos subyacentes, y existen numerosas herramientas para hacer que el entorno sea más tolerable o bloquear los sonidos no deseados.
Desde la década de 1970, la Agencia de Protección Ambiental consideraba el ruido como una forma de contaminación ambiental. La eliminación gradual de fondos para el control del ruido desde 1981 ha contribuido a un mundo cada vez más ruidoso.
Exponerte al ruido puede afectarte más de lo qu ecrees
La exposición prolongada a niveles de sonido por encima de los 75-85 decibelios puede dañar el sistema auditivo, lo que destaca la importancia de reducir el volumen en entornos ruidosos.
Deanna K. Meinke, audióloga y profesora de la Universidad del Norte de Colorado, advierte que la exposición a 100 decibelios durante solo 15 minutos puede tener un impacto similar en la audición que varias horas a 85 decibelios. Por lo tanto, reducir el volumen beneficia a todos, independientemente de la sensibilidad al ruido.
La investigación indica que el exceso de ruido puede causar una variedad de problemas de salud, desde pérdida de audición y trastornos del sueño hasta enfermedades cardíacas, trastornos metabólicos, ansiedad y depresión.
Para aquellos sensibles al ruido, los sonidos fuertes activan la amígdala, desencadenando respuestas de lucha o huida y desencadenando cambios fisiológicos perjudiciales.
Para mitigar los efectos del ruido, se recomiendan varias herramientas. Los tapones para los oídos y las orejeras protectoras son opciones efectivas para reducir el ruido ambiental. Además, los auriculares con cancelación de ruido pueden bloquear selectivamente los sonidos no deseados, brindando un mayor control sobre el entorno sonoro.
Modificar el entorno también puede ser útil. Revestimientos acústicos, materiales absorbentes y dispositivos de control de sonido pueden reducir significativamente la contaminación acústica en el hogar o el lugar de trabajo. Al adoptar un enfoque integral que combine tecnología, cuidado personal y ajustes ambientales, es posible mitigar los efectos negativos del ruido en la salud y el bienestar.
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