Juzgado autoriza acuerdo de 3M de pagar 12,500 millones por contaminación de aguas
El grupo 3M alcanzó un acuerdo para terminar con litigios en Estados Unidos por contaminación de agua potable con PFAS, componentes químicos bautizados como "contaminantes eternos"
Un juzgado estadounidense aprobó hoy el acuerdo al que llegó el gigante industrial 3M para pagar 12,500 millones de dólares a los proveedores públicos de agua (PWS) en todo el país por contaminar las aguas con los llamados “químicos eternos”.
El acuerdo, que ya había sido pactado con 3M y las empresas de PWS, fue rubricado hoy por un juzgado de Charleston (Carolina del Sur), y establece que de esa cantidad saldrán los pagos a aquellos proveedores que hayan detectado sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) “o las puedan detectar en el futuro”, según anunció la compañía en un comunicado.
Los pagos cubrirán un periodo de 13 años (hasta 2036), y la cantidad acordada resulta de sumar los montos de las indemnizaciones que la empresa tendrá que afrontar tras reconocer su papel en la creación de estas sustancias químicas prácticamente imperecederas.
Los pagos comenzarán a hacerse a partir del tercer trimestre del año en curso, y el compromiso incluye dejar de fabricar los PFAS en 2025.
Las PFAS son un conjunto de unos 4,700 agentes químicos sintéticos que se acumulan en los seres humanos y en el medio ambiente y pueden provocar problemas de salud como daños hepáticos, enfermedad tiroidea, obesidad, problemas de fertilidad y cáncer, según la Agencia Europea del Medio Ambiente.
La empresa 3M se ha visto envuelta en escándalos por la contaminación con PFAS también en Europa: en 2021, un activista y la organización ecologista Greenpeace demostró que existían niveles extremadamente altos de “químicos eternos” alrededor de una fábrica de esa misma compañía en Zwijndrecht, cerca de Amberes (norte), con valores 26 veces por encima de los aceptados.
Un año después, la compañía llegó a un acuerdo amistoso con las autoridades de 571 millones de euros para descontaminar el suelo y controlar la potencial dispersión de los químicos.
Existe evidencia de que la exposición a las PFAS puede causar efectos perjudiciales a la salud humana. Si los seres humanos, o los animales, ingieren PFA.
Las PFAS se absorben y pueden acumularse en el cuerpo y permanecen en el cuerpo humano largo tiempo. Por lo tanto, a medida que la gente se expone a las PFAS de distintas fuentes a lo largo del tiempo.
Las PFAS son sustancias químicas hechas por el ser humano, que se han usado en la industria y los productos de consumo en todo el mundo desde la década de 1940. Se han usado para fabricar utensilios de cocina antiadherentes; ropa impermeable; telas y alfombras resistentes a las manchas; algunos cosméticos; algunas espumas contra incendios; y productos resistentes a la grasa, el agua y el aceite.
Los estudios en animales de laboratorio indican que pueden causar efectos adversos en los sistemas reproductivos e inmunitarios, así como en el desarrollo, y en órganos como el hígado y los riñones. Ambos agentes químicos han causado tumores en estudios de animales.
Las averiguaciones más constantes de los estudios de epidemiología humana son los mayores niveles de colesterol en las personas expuestas, con datos más limitados relacionados con: bajo peso al nacer, efectos en el sistema inmunitario, cáncer y perturbación de la hormona tiroides.
Los compuestos se han detectado en distintos niveles en el agua potable de todo el país. En marzo, la Agencia de Protección Ambiental propuso límites estrictos para dos tipos comunes, PFOA y PFOS, y dijo que quería regular otros cuatro. Los proveedores de agua serían responsables de monitorear sus sistemas en busca de químicos.
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