El basquetbolista australiano Ben Simmons, de 27 años y quien en el pasado fuera pareja sentimental de Kendall Jenner y de Eiza González, finalmente ya pudo deshacerse de la mansión que poseía en Los Ángeles y que llevaba varios años sin poder colocar en el mercado.
La propiedad fue vendida, de acuerdo a información de diversos medios, en $12.1 millones de dólares, un cifra infinitamente inferior a los $17.5 millones de dólares que él pagó en el 2021.
La residencia, que se ubica en Hidden Hills, llegó a ser ofrecida hasta en $22.9 millones de dólares, por lo que Ben Simmons realmente dejó escapar una millonada con la cifra que aceptó en su desesperación por no encontrar a nadie interesado en adquirirla.
El trato de venta se concretó la semana pasada y aún se desconoce la identidad del nuevo dueño, pero no sería de extrañar que esa información salga a la luz muy pronto.
La casa, que es de estilo granja y fue reconstruida en 2021, cuenta con una extensión de 2,000 pies cuadrados, con siete recámaras, con siete baños completos y con un medio baño.
Al igual goza de vestíbulo, de cocina, de cocina de catering, de comedor, de sala de estar, de sala principal, de sala de televisión, de family room, de sala de cine, de sala de juegos, de gimnasio, de cuarto de lavado, de garaje para cuatro vehículos, entre otras habitaciones.
La cocina es abierta y algo amplia. Está equipada con alacenas de color café, con electrodomésticos de alta gama y con una isla central de mármol que funciona para preparar los alimentos.
La recámara principal cuenta con espacio para una cama grande y para una sala de estar, así como con muy lindas vistas del patio trasero. La habitación es completada por una chimenea, por vestidor y por un baño con dos tocadores, con bañera y con ducha de vapor.
Al exterior, en su lote de 1.45 acres, goza de terraza, de extensas áreas verdes, de piscina con su respectiva área de spa, de jacuzzi, de cabaña, de casa de huéspedes, de hoguera, entre otras amenidades.
Además de llamar la atención por sus habitaciones y por sus amenidades, la propiedad también lo hace por su ubicación, su privacidad y su seguridad.