“Lengua de Ozempic”: de qué se trata este nuevo efecto que revelan los médicos
Nuevas investigaciones revelan que la semaglutida, el componente activo de Ozempic, altera la percepción del gusto, haciendo que los usuarios experimenten los sabores dulces con mayor intensidad
Un creciente número de usuarios de Ozempic ha reportado cambios inusuales en su sentido del gusto, especialmente al consumir alimentos dulces. Este fenómeno, coloquialmente denominado “lengua Ozempic”, ha sido objeto de estudio por científicos europeos, quienes han identificado la causa detrás de esta alteración sensorial.
Un equipo de investigación dirigido por la Dra. Mojca Jensterle Sever, endocrinóloga de Eslovenia, ha descubierto que el medicamento semaglutida, el principio activo de Ozempic, provoca cambios en un gen de la lengua relacionado con el gusto.
El estudio reveló que las personas que toman semaglutida experimentan sabores dulces con mayor intensidad en comparación con aquellos que no están bajo el efecto del medicamento. Este hallazgo podría explicar la proliferación de quejas en foros de usuarios de Ozempic, donde muchos reportan una repulsión repentina hacia sus golosinas favoritas, incluyendo chocolate, vino y donas.
La Dra. Jensterle Sever explicó que “las personas con obesidad suelen percibir los sabores con menor intensidad y tienen un deseo elevado de alimentos dulces y ricos en energía”. Sin embargo, el estudio demostró que la semaglutida mejoraba la sensibilidad gustativa en mujeres con obesidad, incrementando el umbral de detección para diferentes concentraciones de los cuatro sabores básicos, incluido el dulzor.
El mecanismo detrás de este cambio parece estar relacionado con la capacidad de la semaglutida para imitar la hormona de la saciedad GLP-1. Estudios previos han sugerido que GLP-1 también influye en la percepción del gusto.
En experimentos con ratones, aquellos que carecían de la hormona GLP-1 mostraban una drástica disminución en su deseo por alimentos dulces. De manera similar, en los seres humanos, no consumir dulces durante un tiempo prolongado mientras se toma Ozempic podría aumentar la sensibilidad a los sabores dulces al retomarlos.
Mujeres obesas
La investigación fue presentada recientemente en la reunión anual de la Sociedad Endocrina en Boston, Massachusetts, aunque aún está pendiente de revisión por pares. En el estudio participaron 30 mujeres obesas, a la mitad de las cuales se les administró Ozempic durante cuatro meses.
Durante este periodo, los científicos midieron la sensibilidad gustativa de las participantes usando tiras impregnadas con los cuatro sabores básicos: dulce, salado, ácido y amargo. Se pidió a las participantes que indicaran cuándo detectaban cada sabor, y se compararon sus respuestas con las de quienes no tomaban el medicamento.
Además, se extrajeron células de la lengua de las participantes para realizar pruebas genéticas y se les hicieron resonancias magnéticas antes y después de probar algo dulce tras una comida estándar. Estos análisis revelaron que la semaglutida influía significativamente en la percepción de los sabores, especialmente el dulce, debido a cambios en la actividad genética de las células gustativas.
El Dr. Sever destacó que los médicos podrán correlacionar estos hallazgos con los informes de sus pacientes sobre cambios en el deseo de ciertos alimentos, que van más allá de los amplios cambios en el apetito y la saciedad que ayudan a la pérdida de peso. La observación inicial que motivó este estudio surgió de investigaciones en ratones, donde se había notado que la ausencia de GLP-1 reducía la sensibilidad a los sabores dulces.
Los resultados de esta investigación abren nuevas vías para entender cómo los medicamentos que afectan la hormona GLP-1 pueden alterar no solo la saciedad y el apetito, sino también la percepción del gusto. Este descubrimiento es particularmente relevante para quienes toman Ozempic y experimentan cambios en sus preferencias alimenticias, ofreciendo una explicación científica a sus experiencias.
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