Cómo el estrés laboral puede aumentar el riesgo de arritmia cardíaca
El estrés laboral y el desequilibrio entre esfuerzo y recompensa aumentan el riesgo de fibrilación auricular, una peligrosa arritmia cardíaca
Los resultados muestran una asociación entre quienen experimentan altos niveles de estrés en el trabajo y riesgo mayor de desarrollar fibrilación auricular. Crédito: Stokkete | Shutterstock
Un reciente estudio ha revelado una relación entre el estrés laboral y el riesgo de desarrollar una arritmia cardíaca potencialmente mortal, conocida como fibrilación auricular (FA).
La investigación, publicada en el Journal of the American Heart Association, destaca la importancia de reconocer y abordar los factores estresantes en el trabajo como estrategia para prevenir esta condición que afecta el ritmo cardíaco y que puede conducir a complicaciones graves como el accidente cerebrovascular y la insuficiencia cardíaca.
El estudio, dirigido por el Dr. Xavier Trudel, epidemiólogo ocupacional y cardiovascular de la Universidad Laval en Quebec, Canadá, se centró en trabajadores administrativos canadienses que enfrentaban altos niveles de tensión laboral y un desequilibrio entre el esfuerzo invertido y las recompensas obtenidas.
Trudel y su equipo examinaron los registros médicos de casi 6,000 adultos, con un seguimiento de datos de 18 años. Los resultados muestran una asociación para aquellos que experimentaban altos niveles de estrés en el trabajo tenían un riesgo 83% mayor de desarrollar fibrilación auricular, mientras que aquellos que percibían un desequilibrio entre esfuerzo y recompensa enfrentaban un 44% más de riesgo. Es que la combinación de ambos factores aumentaba el riesgo en un 97%.
La fibrilación auricular es la forma más común de arritmia cardíaca, caracterizada por un ritmo irregular y rápido en las cavidades superiores del corazón, lo que puede generar complicaciones serias. Se estima que más de 12 millones de personas en los Estados Unidos podrían padecer esta condición para el año 2030, lo que subraya la importancia de identificar los factores de riesgo modificables.
Aunque investigaciones previas ya habían vinculado el estrés laboral con enfermedades coronarias, este estudio es pionero en examinar específicamente su impacto en la fibrilación auricular.
El estudio evaluó dos tipos de estrés laboral: la tensión laboral y el desequilibrio esfuerzo-recompensa. La tensión laboral se refiere a una situación en la que los empleados enfrentan altas demandas en su trabajo, como plazos ajustados y grandes cargas de trabajo, pero tienen poco control sobre cómo desempeñan sus tareas.
Estrés y salud cardiovascular
Este entorno de trabajo aumenta significativamente los niveles de estrés, lo que podría tener consecuencias graves para la salud cardiovascular. Por otro lado, el desequilibrio esfuerzo-recompensa ocurre cuando los empleados invierten mucho en su trabajo, pero perciben que las recompensas recibidas, ya sea en términos de salario, reconocimiento o seguridad laboral, son insuficientes en comparación con su esfuerzo.
El análisis reveló que el 19% de las personas con fibrilación auricular informaron haber experimentado altos niveles de tensión laboral, el 25% percibió un desequilibrio entre el esfuerzo y la recompensa, y el 10% reportó experimentar ambos factores estresantes al mismo tiempo. Estos hallazgos sugieren que la presión constante y la falta de reconocimiento adecuado en el trabajo podrían estar afectando negativamente la salud del corazón.
El Dr. Trudel enfatizó la necesidad de incluir estos factores psicosociales relacionados con el trabajo en las estrategias de prevención de enfermedades cardíacas. Además, sugirió que se investiguen más a fondo las intervenciones en el lugar de trabajo para reducir el estrés psicosocial y, con ello, disminuir el riesgo de fibrilación auricular.
En investigaciones anteriores, el equipo de Trudel ya había demostrado que las intervenciones organizacionales pueden tener un impacto positivo en la salud cardiovascular, como la reducción de la presión arterial en los empleados.
Estas intervenciones incluyeron medidas como la flexibilización de los horarios de trabajo, la desaceleración en la implementación de proyectos que aumentan la carga laboral y la creación de espacios de diálogo entre gerentes y empleados para abordar los desafíos diarios.
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