Seguridad Social: cómo afectaría eliminar los impuestos, tal como quiere Donald Trump
Hace unas semanas, Donald Trump planteó su propuesta de eliminar los impuestos del Seguro Social para los jubilados: ¿beneficia o perjudica a los beneficiarios?
Durante el primer debate presidencial de los Estados Unidos, en el que todavía se encontraba Joe Biden en busca de su reelección, ni él ni Donald Trump mencionaron nada especial sobre sus ideas en torno al Seguro Social. Sin embargo, en los últimos días, el candidato republicano dio a conocer un plan que ha ganado la simpatía entre los estadounidenses: eliminar los impuestos al Seguro Social para los jubilados.
En principio, la idea de Donald Trump de evitar que los jubilados que reciben beneficios del Seguro Social no tengan que pagar impuestos puede parecer atractiva para los votantes. No todo es blanco o negro, lo interesante son los matices. Aun cuando en el discurso se diga que la intención es que los beneficiarios paguen menos, en realidad, podría fomentar que en un futuro más cercano se recorten los pagos del Seguro Social.
Hay alrededor de 70 millones de ciudadanos que reciben pagos mensuales del Seguro Social, entre trabajadores jubilados y personas discapacitadas o quienes reciben la Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI) y el Seguro de Incapacidad del Seguro Social (SSDI).
La mayoría de estos programas de la Administración del Seguro Social (SSA) se financian por los impuestos sobre la renta al Seguro Social que pagan los beneficiarios y los trabajadores activos. Al recortar impuestos a los jubilados, en otras palabras, se reduce el presupuesto para pagar los beneficios.
De acuerdo con algunos analistas, los únicos beneficiados de estos recortes serían los jubilados más ricos, a quienes se les puede gravar hasta un 85% de sus beneficios. Eso significa que la gran mayoría de los beneficiarios ni siquiera pagan impuestos del Seguro Social. Entonces, ¿cómo recortar impuestos al grueso de un grupo que de por sí no paga?
“En cierto modo, Trump está abogando por desfinanciar la Seguridad Social”, explicó Nancy Altman, presidenta de Social Security Works, un grupo de defensa del Programa, a CBS MoneyWatch. “Es un juego de manos: dar con una mano y quitar con la otra”.
Altman asegura que al recortar impuestos a los jubilados más ricos, se permite que perciban el 100% de sus beneficios, mientras que para la gran mayoría de los beneficiarios que apenas alcanzan a recibir algún pago mensual no tenga ningún efecto. Por el contrario, se apresuraría el proceso que provocaría que la SSA recorte los beneficios del Seguro Social, siendo los jubilados de bajos ingresos los más afectados, nuevamente.
Recortar los impuestos solo aceleraría la insolvencia del Fondo Fiduciario del Seguro de Vejez y Sobrevivientes (OASI) en un año y de Medicare en seis años. La SSA podría quedarse sin dinero suficiente en 2033 y 2036, respectivamente.
Si la propuesta se concretara, a pesar de los esfuerzos que la Junta de Síndicos del Seguro Social ha realizado para resolver la insolvencia desde hace años, una vez que las reservas del OASI se agoten, los ingresos continuos solo serían suficientes para pagar el 79% de los beneficios. Entonces, en pocas palabras, se confirma que los que reciben pocos beneficios recibirán menos, mientras que los más ricos obtendrán más dinero de lo que obtienen hoy tras pagar sus impuestos al Seguro Social.
Una vez más, una propuesta de Trump inteligente, que de frente parece beneficioso y lleva un trasfondo que beneficia a los más ricos. No cabe duda, como presidente, Donald Trump es un gran empresario.
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