China descubrió cómo detectar aviones furtivos gracias a Starlink
El nuevo metodo de detección de aviones espía que está probando China podría cambiar las reglas de juego en cuanto al diseño de aviones de última generación
Un reciente avance tecnológico chino ha revelado la capacidad de utilizar las señales de los satélites de Starlink para detectar aviones furtivos, lo que podría transformar por completo la forma en que se desarrollan los aviones de combate de última generación.
Este enfoque innovador, basado en el uso de señales satelitales comerciales, como las de la constelación Starlink de SpaceX, plantea un desafío para las aeronaves espía que dependen de su capacidad de evadir los radares tradicionales. Este avance marca un antes y un después en el ámbito de la seguridad aérea y la tecnología de defensa.
La clave está en la señal de Starlink
Starlink, la red de satélites de SpaceX, fue originalmente diseñada para proporcionar internet de alta velocidad a nivel mundial, especialmente en áreas remotas. Sin embargo, la vasta cantidad de satélites en órbita, que ya superan los 5,000, también emiten señales que pueden ser aprovechadas para otros fines.
Los ingenieros chinos han encontrado la manera de utilizar estas señales para rastrear aviones furtivos, algo que hasta ahora solo se lograba mediante costosos y complejos sistemas de radar.
La técnica se basa en el análisis de la interferencia que causan los aviones espía al atravesar las señales de los satélites de Starlink. Aunque las aeronaves furtivas están diseñadas para evitar la detección mediante la reducción de su firma de radar, no pueden evitar el hecho de que interfieren en las ondas electromagnéticas que se propagan entre los satélites y los receptores en la Tierra. Este tipo de interferencia, cuando es medida adecuadamente, puede proporcionar datos precisos sobre la ubicación de una aeronave.
Drones como herramienta de detección
El experimento clave que permitió a China validar esta tecnología implicó el uso de drones para simular aviones espía. Al aprovechar las señales de los satélites de Starlink y monitorear los cambios en la señal causados por los drones en vuelo, los investigadores pudieron demostrar que es posible detectar aeronaves furtivas con un alto grado de precisión.
Este experimento abre la puerta a la posibilidad de que, en el futuro, se desplieguen redes de drones equipados con tecnología de detección de señales satelitales, capaces de rastrear movimientos aéreos en tiempo real.
De hecho, los drones serían una solución ideal para cubrir amplias zonas geográficas con un costo significativamente menor que los radares tradicionales o los sistemas de detección de avanzada que emplean las fuerzas armadas actuales.
Implicaciones para el desarrollo de aviones de combate
El uso de satélites comerciales como Starlink para la detección de aviones furtivos podría tener profundas repercusiones en el diseño de aviones de combate. Las aeronaves de quinta y sexta generación, como el F-35 de EE. UU. o el J-20 de China, dependen en gran medida de su capacidad para volar sin ser detectadas por los radares. Sin embargo, esta nueva tecnología podría obligar a los diseñadores a replantear la forma en que se desarrollan las aeronaves espía y de combate, ya que la evasión de radares sería solo una parte del problema.
Es posible que las futuras aeronaves deban incorporar tecnologías para minimizar la interferencia que causan en las señales satelitales. Esto podría llevar a un aumento en la complejidad de los diseños y, por ende, en los costos de producción y desarrollo. Además, países que no cuenten con acceso a constelaciones satelitales similares a Starlink podrían verse en desventaja tecnológica frente a potencias como China y Estados Unidos, que ya controlan redes de satélites avanzados.
¿Cómo detectan los chinos los aviones espía?
El proceso de detección de aviones furtivos a través de señales de Starlink es complejo pero eficaz. En primer lugar, se necesita una red de receptores en la Tierra que capten las señales transmitidas por los satélites de Starlink.
Estos receptores monitorean la señal constante entre los satélites y los dispositivos en la Tierra. Cuando una aeronave espía o furtiva cruza esta señal, provoca una leve interferencia o distorsión en las ondas electromagnéticas.
Dicha distorsión, aunque mínima, puede ser medida y analizada mediante algoritmos avanzados, capaces de interpretar las perturbaciones en la señal y calcular la posición del objeto que las causa.
A partir de esta información, es posible rastrear la ruta de la aeronave, incluso si esta no emite ninguna señal activa o es indetectable por los sistemas de radar tradicionales.
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