CDC advierten que brote de mpox en África no está controlado
El brote de mpox en África está en aumento, con un incremento del 177% en casos. La OMS declara emergencia de salud pública
El brote de mpox en el continente africano se ha convertido en una crisis de salud pública de gran preocupación, tal como lo advirtieron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África (CDC de África) en un informe reciente.
En una conferencia semanal, su director general, Jean Kaseya, enfatizó que la situación sigue empeorando, con un incremento del 177% en el número de casos en comparación con el año pasado. Las muertes atribuidas a la enfermedad han aumentado un 38.5% en el mismo período.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha catalogado este reciente brote como una emergencia de salud pública de interés internacional. Esta declaración se produjo tras la identificación de una nueva variante del virus, lo que ha elevado aún más la preocupación en un continente que ya está lidiando con las secuelas de la pandemia de COVID-19.
Durante los últimos años, las vulnerabilidades de los sistemas de salud africanos han quedado al descubierto, y muchos países no están adecuadamente preparados para enfrentar otra crisis de salud.
En la última semana, se reportaron 2.912 nuevos casos de mpox en diversas naciones africanas, marcando un alarmante aumento en la propagación de la enfermedad. El brote ha alcanzado incluso a Marruecos, que ha registrado su primer caso. Este desarrollo indica que la enfermedad se está extendiendo a lo largo de las cuatro regiones del continente, afectando a 15 de los 55 estados miembros de la Unión Africana.
Kaseya no ocultó su preocupación por la gravedad de la situación, señalando que, en solo una semana, el mpox ha cobrado la vida de 14 personas. Esta realidad es un recordatorio brutal de que, a pesar de los avances en la lucha contra enfermedades infecciosas, el mpox sigue siendo una amenaza mortal en África.
Distintas cepas de mpox
En algunos países, como Camerún y la República Democrática del Congo, se han detectado dos cepas distintas del virus, lo que complica aún más la respuesta a la epidemia. Sin embargo, la debilidad de los sistemas de vigilancia y pruebas dificulta conocer la verdadera extensión de la enfermedad en otras naciones.
Ante este panorama crítico, algunos países han comenzado a tomar medidas proactivas. Ruanda, por ejemplo, ha iniciado su campaña de vacunación para combatir el mpox. Por otro lado, la República Democrática del Congo, que se ha convertido en el epicentro del brote, planea comenzar su programa de vacunación a principios de octubre.
Estas iniciativas son fundamentales, pero los expertos advierten que se necesita una mayor colaboración y recursos para contener la enfermedad de manera efectiva.
La comunidad internacional también debe prestar atención a esta crisis, proporcionando apoyo y recursos a los países africanos para fortalecer sus sistemas de salud y mejorar la vigilancia epidemiológica. Sin una respuesta adecuada y coordinada, el mpox podría seguir propagándose, afectando a más poblaciones y exacerbando las tensiones en un continente que ya enfrenta numerosos desafíos de salud.
La lucha contra el mpox en África no solo es una cuestión de salud pública, sino también de justicia social y equidad. Es esencial que se implementen estrategias efectivas y que se garantice el acceso a la atención médica y a las vacunas para todas las comunidades afectadas.
A medida que el continente navega por este nuevo desafío, la colaboración entre gobiernos, organizaciones no gubernamentales y el sector privado será crucial para mitigar el impacto de esta enfermedad y salvaguardar la salud de la población.
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