Narco se infiltra en las cámaras de videovigilancia de otra ciudad de Sonora
San Luis Río Colorado se suma a la lista de lugares en los que el crimen organizado a tratado de apoderarse de la red de vigilancias
El narco mexicano está siempre en busca de nuevas maneras de expandirse, principalmente ahora que el Gobierno de Estados Unidos le ha declarado la guerra y el de México intensifica la seguridad en los sitios más asolados por el crimen organizado. Una de las maneras en que pueden tener control a la distancia es infiltrándose en las cámaras de videovigilancia de los lugares en los que opera, lo cual ya han hecho en varias ciudades mexicanas fronterizas y recientemente se descubrió en San Luis Río Colorado, Sonora.
Dicha ciudad sonorense lleva años sufriendo violencia por el crimen organizado, los cárteles de la droga se enfrentan constantemente buscando el control de los cruces fronterizos. Las balaceras, homicidios, secuestros y otros delitos de alto impacto son constantes en el sitio, por lo que hace unos meses se reforzó la seguridad en el lugar.
Según un reportaje elaborado por Associated Press, la Fiscalía de Sonora informó que las cámaras fueron colocadas en los postes por “halcones”, las personas que usan los cárteles de la droga para seguir los movimientos de los soldados y la policía.
Narco se apodera de la red de vigilancia del norte de México
En varias localidades fronterizas mexicanas, las autoridades han descubierto redes clandestinas de cámaras de vigilancia, instaladas en postes y edificios estratégicos, que presuntamente son operadas por cárteles del narcotráfico. Estas redes, que operan como un sistema avanzado de espionaje urbano, permiten a los delincuentes monitorear la actividad de la policía, los rivales y los ciudadanos en tiempo real, lo que plantea un desafío cada vez mayor para las fuerzas de seguridad.
En ciudades como Reynosa, Tamaulipas y Nogales, Sonora, policías han desmantelado decenas de cámaras vinculadas a estos grupos criminales. En Reynosa, en agosto de 2023, las autoridades locales encontraron más de 50 cámaras instaladas ilegalmente en postes de luz y señales viales. Las cámaras estaban conectadas a sofisticados sistemas de vigilancia que transmitían imágenes en vivo a centros de vigilancia controlados por los cárteles.
El uso de tecnología avanzada por parte de los narcotraficantes no es nuevo, pero el despliegue de estas redes de vigilancia masiva ha sorprendido a las autoridades por su nivel de sofisticación y alcance. “Los cárteles han establecido su propio sistema de inteligencia, que les permite anticiparse a nuestras operaciones”, dijo un funcionario de la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas, quien prefirió no ser identificado por razones de seguridad. Estas redes forman parte de una infraestructura oculta que también incluye radios, antenas y drones para ampliar el control territorial de las organizaciones criminales.
Objetivo de las cámaras
El objetivo principal de estas cámaras es monitorear la presencia y los para monitorear a competidores y personas de interés, creando un ambiente de control y miedo entre movimientos de la policía y las fuerzas armadas, permitiendo a los delincuentes escapar de operaciones y emboscadas. Sin embargo, también se utilizan en la población.
En Reynosa, uno de los principales centros de actividad del Cártel del Golfo, las autoridades dijeron que se instalaron cámaras ilegales en puntos estratégicos de la ciudad, como principales rutas de acceso y áreas comerciales, lo que permitió a los delincuentes observar las operaciones de las fuerzas de seguridad en tiempo real y ajustar sus actividades en consecuencia. Cada cámara estaba conectada a redes clandestinas de Internet, lo que facilitaba la transmisión de imágenes sin tener que depender de proveedores de servicios locales.
El descubrimiento de estas redes constituye un desafío para las autoridades, porque se suma a la lista de medios tecnológicos utilizados por los cárteles. Además, aunque las autoridades han desmantelado con éxito algunos de estos sistemas, los cárteles continúan instalando nuevas cámaras a medida que retiran las viejas, creando un ciclo continuo de vigilancia.
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