Muere Fernando Valenzuela, ídolo de los Dodgers y de México
El béisbol está de luto por la muerte de Fernando Valenzuela, figura titánica de los Dodgers y uno de los deportistas más adorados en México y Los Ángeles
El béisbol mundial, la ciudad de Los Ángeles y el deporte mexicano están de luto por una de las noticias más tristes que hayan recibido en tiempos recientes. Fernando Valenzuela, el adorado lanzador de los Dodgers que cautivó al público en 1981, ha muerto a los 63 años.
Aún no se ha dado a conocer la causa del fallecimiento de Valenzuela ni tampoco se ha confirmado si en las últimas semanas estuvo internado en un hospital, como fue reportado en redes sociales. De todos modos, la muerte del más grande pelotero mexicano de la historia y que trabajaba como analista de radio de los Dodgers es considerada sorpresiva porque a lo largo de los últimos años no se supo que tuviera alguna enfermedad o padecimiento.
Fernando Valenzuela, quien perdió mucho peso desde el año pasado, dejó las transmisiones en español de los Dodgers cuando la temporada regular aún no concluía debido a sus problemas de salud. El equipo confirmó días después que el pitcher convertido en comentarista ya no regresaría a la cabina de transmisiones en este 2024.
Le sobreviven a Valenzuela su esposa Linda y sus cuatro hijos (Fernando, Ricardo, Linda y María), además de varios nietos.
Una de las últimas apariciones de Valenzuela en el campo de Dodger Stadium tuvo lugar entre el 9 y 11 de agosto, cuando fue parte de una serie de eventos de la franquicia para celebrar a las leyendas vivientes de los Dodgers y ofrecer algunas distinciones individuales.
Un año antes, el 11 de agosto de 2023, Valenzuela vivió una de sus noches más emotivas y esperadas cuando los Dodgers finalmente retiraron su número 34, el cual fue agregado al Anillo de Honor del club a pesar de no ser miembro del Salón de la Fama del Béisbol, en una notable excepción a la regla interna del club y que solo podía ocurrir en honor al hombre nacido el 1 de noviembre de 1960 en el pequeño pueblo de Etchohuaquila, Sonora, al que él prácticamente puso en el mapa.
La irrepetible ‘Fernandomanía’ en 1981 en Los Ángeles
Valenzuela, Novato del Año de la Liga Mexicana de Béisbol en 1979 con los Leones de Yucatán, hizo su debut en las Grandes Ligas a finales de la temporada de 1980 en labores de relevista con los Dodgers, sin permitir carrera limpia en 10 apariciones.
Luego vino lo mágico. El manager Tom Lasorda decidió, tras una lesión de último momento de su as Jerry Reuss, que el joven novato mexicano abriera el primer partido de los Dodgers en la temporada de 1981 contra los Astros de Houston. Valenzuela procedió a lanzar una blanqueada de 2-0. Valenzuela nunca olvidó que Lasorda creyó en él.
La “Fernandomanía” había comenzado en Los Ángeles. Fernando no recibió carrera en sus primeros 35 innings lanzados en la Gran Carpa, ganó sus primeros ocho partidos (ocho juegos completos), con cinco blanqueadas, y su promedio de carreras lipias era de un asombroso 0.40.
El zurdo de 20 apenas años acabó con récord de 13-7 en una temporada recortada por la huelga de jugadores. Su promedio de carreras limpias fue de 2.48 y lideró la liga con 25 juegos iniciados, 11 completos, 8 blanqueadas, 192.1 innings y 180 ponches. Fue premiado, históricamente, con los trofeos de Novato del Año de la Liga Nacional y Cy Young como el mejor serpentinero.
El legado estadístico de Fernando Valenzuela
En su carrera de 17 temporadas en MLB, el famoso número 34 compiló marca de 173-153, 3.54, 2,074 ponches y 2,930 innings lanzados. Completó la asombrosa cantidad de 113 juegos, de los cuales 31 fueron blanqueadas. Después de que los Dodgers decidieron dejarlo en libertad en lo que fue una gran sacudida para los aficionados, Fernando pasó por los Angels de California (1991), Orioles de Baltimore (1993), Phillies de Philadelphia (1994), Padres de San Diego (1995-97) y Cardinals de St. Louis (1997).
Valenzuela fue un extraordinario pitcher en ocasiones especiales. Sus números en playoffs fueron de 5-1 y 1.98 de promedio de carreras limpias. Eso incluyó su mágica postemporada de 1981, cuando fue el brazo instrumental para los Dodgers. En el juego 3 de la Serie Mundial contra los Yankees, se sobrepuso a su descontrol (7 bases por bolas) para lanzar un épico juego completo de 147 lanzamientos y dar inicio a la remontada de equipo hasta ganar el campeonato.
El más idolatrado beisbolista mexicano que haya habido, también fue parte del equipo campeón de la Serie Mundial de 1988 aunque no jugó en esos playoffs debido a una lesión sufrida a media temporada. Además de su Cy Young en 1981, fue segundo lugar en la votación en 1986, tercero en 1982 y quinto en 1985.
Fue elegido al Juego de Estrellas seis veces y no permitió carrera en las cinco apariciones que tuvo. En el partido de 1986 hizo historia al ponchar a cinco bateadores en fila para igualar el mítico récord establecido por Carl Hubbell en 1934.
Como bateador, Valenzuela fue uno de los mejores pitchers de su época con un promedio de .200, con 10 jonrones y 84 carreras producidas. Ganó el Bate de Plata en 1981 y 1983 como el mejor pitcher bateador de la liga y recibió un Guante de Oro (1986) como el mejor fildeador entre los lanzadores.
El “Toro” Valenzuela, un fenómeno irrepetible en el béisbol
El inmenso amor de los aficionados de Los Ángeles y de México por Fernando Valenzuela se explica primeramente en ese increíble año de 1981, cuando él firmó posiblemente la actuación más asombrosa y exitosa de un serpentinero en el mejor béisbol del mundo. No solo hizo historia como el primero en ser Novato del Año y Cy Young en la misma temporada, sino que además fue el pitcher abridor del Juego de Estrellas y ganó la Serie Mundial como gran protagonista. Todo eso antes de cumplir 21 años.
Pero más allá de los números y galardones, fue la historia de vida de Valenzuela lo que lo hizo un consentido del público para la eternidad: un joven de orígenes muy humildes que fue descubierto de casualidad en la provincia mexicana por el legendario cazatalentos de los Dodgers, Mike Brito, quien lo firmó en 1979. El cubano falleció en 2022.
Luego vino ese arrollador comienzo de su carrera en la Gran Carpa, los estadios llenos en Los Ángeles y en dondequiera que se presentara a lanzar. Fernando, además, fue una especie de reconciliador entre los Dodgers y la comunidad mexicana en el sur de California tras la polémica construcción de Dodger Stadium en Chavez Ravine. Y ya como estrella, dedicó innumerables días visitando escuelas angelinas en una labor social que tuvo gran influencia en la comunidad.
La pérdida de Fernando Valenzuela, indudablemente el deportista latino más querido en el área de Los Ángeles, es la más sentida en la región al menos desde la tragedia de Kobe Bryant a principios de 2020.
Que descanse en paz.
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