Condenan a cadena perpetua al agresor de la poderosa demócrata Nancy Pelosi
David DePape, agresor de Paul Pelosi —esposo de la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi— pasará el resto de su vida privado de su libertad
La cámara corporal de un oficial captó el momento cuando David DePape agredía a Paul Pelosi. Crédito: San Francisco Police Department vía AP | AP
David DePape, el individuo que hace dos años ingresó al domicilio de Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes, y agredió brutalmente con un martillo a su esposo Paul, fue condenado a pasar el resto de su vida en prisión.
Aunque ya había recibido 30 años de sentencia en el juicio federal que se llevó a cabo en su contra, la defensa tenía la esperanza de aportar argumentos consistentes encaminados a obtener la benevolencia del juez en turno para darle al acusado una oportunidad de reintegrarse a la sociedad después de algunos años de permanecer privado de su libertad.
Sin embargo, la saña con que actuó y sobre todo la presión ejercida por los políticos demócratas resultó determinante en el falló del magistrado Harry Dorfman.
A esto debe sumarse el contenido de una carta presentada por Paul Pelosi en junio, donde describía lo complicado que le resultaba enfrentar las secuelas del ataque experimentado a sus 82 años, así que les exigía a las autoridades ejercer mano dura sobre el canadiense que lo agredió, el 28 de octubre de 2022.
“Mis lesiones en la cabeza siguen afectando mi vida. Mi cabello volvió a crecer, pero tengo chichones en la cabeza por los golpes del martillo y una placa de metal por la cirugía de cráneo. Los mareos no han desaparecido.
Han sido necesarios muchos meses para recuperar mi hogar y mi bienestar. Aun así, no contestamos nuestro teléfono fijo ni nuestra puerta de entrada debido a las continuas amenazas”, indica el documento.
Basado en ello, durante su juicio estatal, el agresor enfrentó cinco cargos: secuestro agravado que resultó en daño corporal, encarcelamiento falso de un anciano o adulto dependiente, amenazas emitidas en contra de familiares de funcionarios públicos, robo residencial en primer grado y prevención o disuasión de un testigo por fuerza o amenaza.
De esta manera, ya no existe la posibilidad de volver a ver a David DePape transitar por las calles al menos hasta que, pasados algunos años, logre demostrar ser un hombre distinto y arrepentido para así quizá solicitar un indulto lo cual se vislumbra muy complicado, pues agredió al esposo de una de las mujeres más influyentes de la política estadounidense en las últimas décadas.
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