Edgar Barrientos, el latino que pasó 16 años en una cárcel de EE.UU. por un crimen que no cometió
Tras ser condenado a cadena perpetua en 2009 por el crimen de Jesse Mickelson, Edgar Barrientos fue exonerado al determinarse que es inocente
Las cárceles están diseñadas para castigar a los delincuentes, pero en ocasiones no solo la gente que ha cometido crímenes llega a ellas, tal es el caso de Edgar Barrientos Quintana, un hombre latino que pasó 16 años preso por un crimen que no cometió.
Estaba preso cumpliendo una cadena perpetua desde el 2009 por el homicidio de Jesse Mickelson, un joven de 18 años que fue asesinado en la entrada de la casa de su vecino en Minnesota. Le dispararon desde un vehículo el 11 de octubre de 2008.
El juez anuló su sentencia por asesinato luego de que la fiscalía asegurara su inocencia, durante una revisión de casos de cadenas perpetuas en la oficina del fiscal general Keith Ellison.
Barrientos Quintana no recibió un juicio justo porque “el abogado defensor no lo representó de manera efectiva y los fiscales no revelaron evidencia favorable“, según la fiscal del condado de Hennepin, Mary Moriarty.
Condena injusta
La condena de Barrientos Quintana se debió a dos factores: el testimonio de Marcelo “Sharky” Hernández y las identificaciones de testigos oculares.
Los fiscales se negaron a entregar pruebas favorables y materiales a la defensa, como lo exige la ley. No hubo una revisión correcta de fotografías, tanto así que los procedimientos de alineación fotográfica se realizaron por investigadores convencidos de la culpabilidad de Barrientos Quintana, por lo que utilizaron tácticas que sugerían que él era el principal sospechoso.
De acuerdo con CNN, los testigos oculares describieron al tirador como un “hombre hispano calvo o rapado, con vello facial y cejas pobladas”. Pero en ese momento, Barrientos Quintana tenía “una espesa cabellera”; sin embargo, en la identificación de los testigos se utilizó una foto desactualizada, según Moriarty.
Mucha de la evidencia exculpatoria para Barrientos fue ocultada al jurado y se presentó en el juicio información inexacta. De acuerdo con CNN, Barrientos-Quintana estaba demasiado lejos como para haber cometido el crimen, tal como lo demuestran videos de una tienda de comestibles en el lado este de St. Paul, grabados 33 minutos antes del tiroteo, que ocurrió detrás de la escuela secundaria Roosevelt en el sur de Minneapolis.
El caso fue seguido por los equipos de cámaras del programa de televisión “First 48”, enfocados en los detectives del Departamento de Policía de Minneapolis hasta que arrestaron a Barrientos Quintana.
Un informe de 130 páginas de la Unidad de Revisión de Condenas de Minnesota concluyó que el detective, entonces sargento de policía de Minneapolis, Christopher Gaiters, coaccionó a los testigos, no reveló pruebas en el juicio e inventó partes del episodio por completo, de acuerdo con CBS News.
El jurado tardó tres días en deliberar y, según el informe de la Unidad de Revisión de Condenas de Minnesota (CRU), en un momento estuvo dividido: tres jurados favorecieron un veredicto de no culpable.
A pesar de ello, Barrientos Quintana fue declarado culpable de asesinato premeditado en primer grado en beneficio de una pandilla en mayo de 2009.
Julie Jonas, actual abogada defensora de Barrientos comenzó a trabajar en el caso y solicitó su revisión. La CRU solicitó en julio la anulación de la condena.
Finalmente el juez John McBride desestimó todos los cargos contra Barrientos y la Fiscalía del Condado de Hennepin ordenó su inmediata liberación.
Jonas expresó a CNN que “él perdió su libertad y su familia perdió a un hijo, padre, hermano, tío y sobrino. Fue una tragedia…Pero ver a Edgar reunirse con más de 22 miembros de su familia cuando salía de la prisión, mientras otros reclusos lo vitoreaban de fondo, fue un momento verdaderamente alegre para todos nosotros”.
Por su parte, Mary Moriarty dijo en conferencia de prensa: “nada puede devolverle al señor Barrientos Quintana esos 16 años, y por eso lo lamentamos mucho. Cuando el sistema penal no funciona de manera ética, causa un daño significativo”.
Barrientos Quintana expresó su gratitud a su equipo legal y a su familia y dijo que nunca perdió la esperanza de salir. “Sabía que iba a suceder, pero el sistema es demasiado lento…Estoy feliz de estar aquí, hombre. La mejor semana, es el mejor fin de semana. Y hay más por venir”.
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