Un padre que buscaba a su hijo desaparecido desde 2019 halló sus restos en Tijuana

Eddy Carrillo ha buscado a su hijo Erick desde 2019, cuando salió a una fiesta en Tijuana acompañado de un amigo y no se les volvio a ver

Colectivo de búsqueda

“Todos somos Erick Carrillo” tiene 13,000 miembros en todo México y ha logrado la localización de 1,650 personas. Crédito: Facebook/Colectivo Todos Somos Erick Carrillo | Cortesía

El dolor de un padre comenzó el 1 de junio de 2019, cuando su hijo, Erick Carrillo, acudió a una fiesta en Tijuana, Baja California, pero nunca volvió a su casa.

Entonces Eddy Carrillo, papá del joven de entonces 25 años, comenzó una búsqueda incansable y fundó el colectivo “Todos somos Erick Carrillo”, dedicado a buscar personas desaparecidas, casos que abundan en México.

Durante más de cinco años ha ayudado a miles de familias a recuperar a sus seres queridos y al parecer ahora su lucha tuvo éxito, pues encontró el cuerpo de quien lo llevó a volverse un padre buscador.

“Todos somos Erick Carrillo” tiene 13,000 miembros de todo México, y ha logrado la localización de 1,650 personas, algunas vivas y otras fallecidas, de las más de 23,000 desaparecidas en Baja California. Pero Eddy no hallaba ni rastros de su hijo, hasta ahora, luego de descubrir una fosa clandestina con dos osamentas.

Erick Carrillo salió de casa con sus amigos hacia el Malecón de Playas de Tijuana el 31 de mayo de 2019; después fueron al antro Bar Karma, donde estuvieron hasta la madrugada del 1 de junio.

La última vez que se le vio fue a través de las cámaras de seguridad del bar, que lo captaron saliendo del lugar. Su amigo Francisco Iván Ayala González desapareció también.

La esperanza en una osamenta

Hace apenas unos días el colectivo localizó una fosa clandestina en El Lago, al norte de Tijuana, con dos osamentas, una de las cuales tenía una chamarra igual a la que llevaba Erick el día que desapareció.

“Ese día se encontraron dos fémures y una tibia a 10 metros de las fosas, y esos son los que están dando positivo. Ahora se están asociando con las otras dos osamentas para ver a cuáles corresponden; pero la ropa que trae el otro cuerpo ya está identificada como la de Francisco Ayala, quien era el acompañante de mi hijo el día que desapareció”, compartió el Señor Carrillo al semanario Zeta.

“Tenía más esperanza de encontrarlo en el lote baldío de la colonia El Dorado, donde invertí un año”, comentó también, pues ahí se localizó la cartera de Erick.

No sólo la chamarra color café encontrada en la osamenta le da esperanza a Eddy sobre los restos de su hijo, sino que la otra osamenta ya fue confrontada genéticamente y los resultados arrojaron que pertenece a Francisco Iván Rosales Ayala, el amigo de Erick Carrillo que desapareció junto con él.

“Yo pienso que es él, por todos los indicios, por la chamarra, además que ya se identificó al otro muchacho que desapareció con él, sabíamos que se podían encontrar juntos y yo como padre, es la primera vez que lo digo, yo siento que sí es Erick el que estaba ahí.

Me siento bien contento y bendecido, ojalá Dios quiera sea mi hijo, ya hay algunos avances e indicios”, dijo optimistamente Eddy.

Será el próximo viernes 6 de diciembre cuando les entreguen los resultados de ADN y confirmarán si los restos son de Erick.

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