Solo un poco de esfuerzo físico reduce riesgos cardiovasculares en mujeres
Breves ráfagas de esfuerzo físico vigoroso durante menos de un minuto pueden reducir hasta 45% el riesgo cardiovascular en mujeres sin ejercicio regular
Un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine ha revelado que incluso mínimas ráfagas diarias de actividad física vigorosa, conocidas como VILPA (actividad física intermitente vigorosa en el estilo de vida), podrían tener un impacto notable en la prevención de enfermedades cardiovasculares, especialmente en mujeres que no realizan ejercicio estructurado.
Estas actividades cotidianas, que duran menos de un minuto, como subir escaleras rápidamente o cargar bolsas pesadas, pueden reducir el riesgo de eventos cardiovasculares importantes, incluidos ataques cardíacos e insuficiencia cardíaca, hasta casi la mitad.
El estudio, basado en datos del Biobanco del Reino Unido, analizó a más de 81,000 personas de mediana edad (edad promedio de 61 años) entre 2013 y 2015, quienes usaron rastreadores de actividad física durante una semana completa.
Los participantes fueron clasificados entre quienes no realizaban ejercicio formal o estructurado y aquellos que sí lo hacían regularmente. En el grupo que no hacía ejercicio, conformado por 13,018 mujeres y 9,350 hombres, se registraron 819 eventos cardiovasculares durante un período de seguimiento de ocho años, lo que incluyó ataques cardíacos, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares.
Para las mujeres en este grupo, realizar tan solo 3.4 minutos diarios de VILPA mostró una reducción del 45% en el riesgo de eventos cardiovasculares, un 51% menos de probabilidades de sufrir un ataque cardíaco y un 67% menos de riesgo de insuficiencia cardíaca. Incluso cantidades menores, como entre 1.2 y 1.6 minutos de estas actividades, se asociaron con una reducción del 30% en el riesgo general de problemas cardiovasculares.
Ejercicio planificado para obtener mayores beneficios cardiovasculares
En los hombres que no realizaban ejercicio formal, el impacto fue más limitado. Aquellos que lograron un promedio diario de 5.6 minutos de VILPA presentaron una reducción del 16% en el riesgo general de eventos cardiovasculares. No obstante, los beneficios fueron menos claros en los componentes específicos, como ataques cardíacos o insuficiencia cardíaca.
El estudio también analizó a aquellos participantes que realizaban ejercicio formal regularmente. En este grupo, las diferencias entre quienes incorporaban VILPA y quienes no lo hacían fueron menos significativas. Aunque se observaron algunas asociaciones relacionadas con el riesgo de accidentes cerebrovasculares, estas fueron más evidentes en los hombres.
Los investigadores resaltan que las mujeres suelen tener un nivel cardiorrespiratorio inferior al de los hombres, lo que hace que estrategias como la VILPA sean especialmente relevantes para ellas. Sin embargo, subrayan que estos hallazgos no sustituyen los beneficios del ejercicio estructurado, especialmente en hombres, quienes deberían combinar actividades vigorosas rutinarias con ejercicio planificado para obtener mayores beneficios cardiovasculares.
A pesar de las limitaciones inherentes a este estudio observacional, como la imposibilidad de establecer una relación causal directa y la falta de actualización de algunos factores de riesgo a lo largo del tiempo, los resultados ofrecen una alternativa prometedora para quienes, por diversas razones, no pueden realizar ejercicio formal.
El equipo de investigación concluye que incluso quienes no desean o no pueden participar en deportes o rutinas de ejercicio pueden beneficiarse significativamente de breves ráfagas de esfuerzo físico vigoroso integradas en sus actividades cotidianas. Aunque los efectos fueron más marcados en mujeres, los hombres también pueden aprovechar esta estrategia como un complemento a su actividad física habitual.
Estos hallazgos subrayan la importancia de revalorar el impacto de actividades diarias como subir escaleras o realizar tareas intensas de corta duración, las cuales podrían convertirse en herramientas clave para la prevención de enfermedades cardiovasculares.
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