Uganda confirma brote de ébola en la capital
Uganda confirma un brote de ébola en Kampala, donde ya falleció el primer paciente. Las autoridades rastrean contactos y lanzan medidas preventivas
En Uganda, el Ministerio de Salud ha confirmado un nuevo brote de ébola en su capital, Kampala, después de que un paciente de la zona falleciera el pasado 29 de enero debido a la enfermedad. Este brote marca el noveno que afecta al país desde la aparición de la primera infección en el año 2000.
El paciente, un enfermero del Hospital Nacional de Referencia Mulago, había comenzado a presentar síntomas compatibles con la fiebre hemorrágica, como dolor de cabeza, vómitos con sangre y dolores musculares, lo que lo llevó a buscar atención médica en varias instalaciones, incluyendo el mismo hospital donde finalmente murió.
El enfermero, que también había consultado a un curandero tradicional antes de ser hospitalizado, sufrió una falla multiorgánica que le causó la muerte el 29 de enero. Tras su fallecimiento, las autoridades realizaron un análisis post mortem que confirmó que el ébola presente era de la cepa de Sudán, una variante del virus que ha afectado a África en diferentes ocasiones.
Como parte de las medidas de control, el Ministerio de Salud de Uganda ha identificado y registrado a 44 personas que tuvieron contacto cercano con el enfermo, incluidos 30 trabajadores de la salud. Estos contactos serán rastreados de forma intensiva, aunque la tarea presenta desafíos debido a las condiciones de la ciudad capitalina.
lo que dificulta el monitoreo de todas las personas potencialmente expuestas al virus. Además, Kampala se encuentra en una ubicación estratégica que conecta con varios países vecinos, como Sudán del Sur, Ruanda y el Congo, lo que aumenta los riesgos de propagación.
El ébola es altamente contagioso
El ébola es una enfermedad viral altamente contagiosa que se transmite a través del contacto directo con los fluidos corporales de una persona infectada, incluyendo sangre, sudor y otros fluidos. Los síntomas de la enfermedad pueden ser graves y devastadores, comenzando con fiebre alta y dolores musculares, seguidos de vómitos, diarrea y sangrados internos y externos.
La tasa de mortalidad del ébola es considerablemente alta, lo que ha llevado a las autoridades sanitarias a tomar medidas urgentes para controlar la situación.
Las autoridades de Uganda han recurrido a la experiencia acumulada durante años de lucha contra el ébola para enfrentar este nuevo brote. Han activado protocolos de rastreo de contactos, pruebas de laboratorio y atención médica especializada para tratar a los posibles casos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha respaldado las acciones del gobierno ugandés, asignando un millón de dólares de su fondo de contingencia para emergencias y trabajando junto a los desarrolladores de vacunas para enviar dosis candidatas que puedan ayudar a contener el virus.
Sin embargo, aunque la OMS ha avanzado en el desarrollo de vacunas contra el ébola, aún no existe una vacuna aprobada específicamente para la cepa de Sudán, lo que dificulta las estrategias preventivas.
En el contexto regional, Uganda enfrenta una situación compleja, ya que no solo tiene que lidiar con este brote de ébola, sino también con otros riesgos. La vecina Tanzania declaró un brote de Marburgo la semana pasada, otro virus hemorrágico que pertenece a la misma familia que el ébola. Además, Uganda limita con el Congo, un país que ha registrado brotes recurrentes de ébola en los últimos años, lo que aumenta la preocupación sobre la posible propagación de la enfermedad a través de las fronteras.
El Ministerio de Salud de Uganda ha indicado que, como medida preventiva inmediata, comenzará la vacunación de todas las personas que hayan tenido contacto con el paciente fallecido, incluido el personal médico y sus familiares.
Aunque no hay una vacuna aprobada para la cepa de ébola de Sudán, las autoridades ya recibieron dosis experimentales durante el último brote, lo que podría ayudar a contener la propagación del virus en este caso.
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