La moneda de 10 centavos a la que le hace falta algo y vale $50,000

A la moneda de 10 centavos le hace falta un distintivo que la hace una pieza única, y por la que coleccionistas pueden pagar grandes cifras de dinero por ella

Moneda de 10 centavos de Roosevelt

La moneda de 10 centavos tiene la imagen de Roosevelt en su anverso, para que la distingas. Ahora, busca lo que la hace especial. Crédito: Shutterstock

El mundo de la numismática es uno de los pocos en el que los errores y las características más extrañas de una pieza la hacen muy valiosa entre los coleccionistas. Aquí no se busca la perfección, sino la peculiaridad, originalidad y la moneda única. Este es el caso de la moneda de 10 centavos de 1968, una de las más codiciadas por los coleccionistas, que ha llegado a alcanzar precios de hasta $50,000 dólares.

La moneda de 10 centavos de 1968, conocida por los expertos como la “No S”, es muy rara debido a un detalle que la hace única: falta la marca “S”, que indica que fue acuñada en la Casa de la Moneda de San Francisco. Este pequeño error ha convertido a esta moneda en un objeto de deseo para los coleccionistas, ya que no existen más de unas pocas docenas de ejemplares en circulación.

A pesar de que otras monedas de 10 centavos “No S” fueron producidas en años posteriores, la de 1968 es considerada la más importante debido a su escasez.

La falta de la marca “S” es lo que distingue a esta moneda de otras similares. Este error accidental hizo que solo se acuñaran unos pocos ejemplares, lo que la convierte en una pieza extremadamente rara.

Sin una documentación clara por parte de la Casa de la Moneda de los Estados Unidos, el misterio de su acuñación solo aumenta el atractivo de esta moneda para los coleccionistas. Cada vez que aparece en una subasta, se genera una feroz competencia entre los compradores, lo que eleva su valor considerablemente.

El valor de esta moneda también depende de su condición. Las monedas con una calidad alta, especialmente aquellas catalogadas como PR (Proof), son las más buscadas. En particular, las de camafeo profundo, que son extremadamente raras, tienen un valor aún mayor.

Un ejemplar calificado como PR-67 fue vendido en una subasta en 2008 por $40,250 dólares, y las monedas con una calificación más alta, como PR-69, pueden alcanzar los $50,000 dólares o más, lo que hace que esta moneda sea una inversión codiciada en el mundo de la numismática.

Aunque no es común que la moneda de 10 centavos de 1968 “No S” se ponga a la venta, cuando lo hace, el precio no deja de sorprender. La demanda sigue siendo alta, y los precios continúan subiendo con el tiempo, lo que refleja el creciente interés en piezas raras y de alto valor.

Para los coleccionistas serios, cada subasta es una oportunidad para conseguir una pieza histórica que ha aumentado su valor significativamente con los años.

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