Día Mundial del Síndrome de Cushing: qué es y por qué es clave el diagnóstico temprano
El síndrome de Cushing es una enfermedad poco frecuente causada por un exceso de cortisol, que puede generar graves complicaciones si no se detecta a tiempo

El síndrome de Cushing ocurre cuando el organismo presenta un exceso prolongado de cortisol. Crédito: Inna Kot | Shutterstock
Cada 8 de abril se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Cushing, con el objetivo de visibilizar esta enfermedad rara y promover el conocimiento sobre sus implicaciones clínicas.
Aunque su frecuencia es baja, puede tener consecuencias graves para la salud si no se detecta y trata de forma adecuada. Por eso, se insiste en la importancia de reconocer los síntomas a tiempo y acceder a un tratamiento oportuno.
El síndrome de Cushing ocurre cuando el organismo presenta un exceso prolongado de cortisol, una hormona fundamental que participa en funciones como el metabolismo, la respuesta al estrés y la regulación del sistema inmunológico.

Según la información disponible de Mayo Clinic, este exceso puede deberse a una producción elevada del propio cuerpo —por ejemplo, por tumores en la hipófisis o en las glándulas suprarrenales— o por el uso prolongado de medicamentos conocidos como glucocorticoides, empleados para tratar enfermedades inflamatorias o autoinmunes.
Los síntomas del síndrome de Cushing pueden confundirse fácilmente con los de otras enfermedades, pero cuando se presentan en conjunto, deben generar sospechas.
Entre los más comunes se encuentran: acumulación de grasa en el abdomen y la parte superior del cuerpo, rostro redondeado (cara de luna llena), joroba de grasa entre los hombros, debilidad muscular, hipertensión arterial, acné, estrías rosadas o púrpuras en la piel, alteraciones del ciclo menstrual, aumento de la glucosa en sangre, pérdida de masa ósea y trastornos emocionales como irritabilidad, ansiedad o depresión.
Para confirmar el diagnóstico, se requiere una evaluación hormonal precisa, que puede incluir pruebas como el test de supresión con dexametasona, la medición del cortisol en orina de 24 horas o del cortisol salival nocturno.

Si se confirma la presencia de hipercortisolemia (exceso de cortisol), se recurre a estudios de imagen, como resonancias magnéticas o tomografías, con el fin de identificar el origen del problema.
El tratamiento del síndrome de Cushing depende directamente de su causa
En muchos casos, la cirugía para remover tumores es la opción de primera elección. Cuando esta no es viable o no logra controlar el cortisol, se utilizan medicamentos que inhiben la producción de esta hormona o bloquean su acción en el cuerpo.
En situaciones más complejas, puede ser necesario realizar una extirpación de ambas glándulas suprarrenales, lo que requiere posteriormente una terapia de reemplazo hormonal de por vida.
Una vez controlada la enfermedad, el proceso de recuperación puede ser lento. Los pacientes deben mantener un seguimiento médico constante, ya que las secuelas pueden persistir durante meses o incluso años. También existe un riesgo elevado de presentar complicaciones metabólicas, cardiovasculares o psicológicas.
En este contexto, la conmemoración del Día Mundial del Síndrome de Cushing busca resaltar la importancia de educar sobre esta enfermedad, promover el diagnóstico temprano y facilitar el acceso a tratamientos eficaces que mejoren la calidad de vida de quienes la padecen.
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