Cuidado de encontrarte una moneda de 25 centavos de 1933
Si alguna vez encuentras una moneda de 25 centavos de 1933 y crees que es valiosa, detente antes de emocionarte, podrías estar ante algo inesperado

Entre todas las monedas de 25 centavos que existen, debes tener cuidado con el de la fecha de 1933, porque te sorprendería, y no para bien. Crédito: Shutterstock
Si alguna vez encuentras una moneda de 25 centavos de 1933 en tu cambio que crees valiosa, te diremos por qué no deberías emocionarte demasiado. Y la respuesta es muy sencilla: no existen cuartos de dólar estadounidenses genuinos con la fecha 1933.
Así es: ninguna fue acuñada por la Casa de Moneda de Estados Unidos ese año. Y lo más probable es que cualquier moneda con ese año sea falsa o manipulada.
¿Por qué no se acuñaron cuartos en 1933?
Para entender esta rareza, hay que mirar al contexto histórico. En 1933, Estados Unidos vivía uno de los momentos económicos más difíciles de su historia: la Gran Depresión. Esta crisis redujo drásticamente la necesidad de monedas en circulación, ya que el consumo y el movimiento económico se desplomaron.
Como resultado, la Casa de Moneda redujo su producción de varias denominaciones. En algunos casos, como con los quarters de 1933, simplemente no se acuñó ni una sola moneda. Lo mismo ocurrió con otros como los dimes de 1932 y 1933, los half dollars de 1930 a 1932, y los nickels de 1932 y 1933.
Durante los peores años de la crisis, entre 1930 y 1933, muchas monedas simplemente dejaron de producirse. Por ejemplo, en 1931 no se acuñaron quarters (25 centavos) en absoluto. Y en 1933, las únicas monedas circulantes producidas fueron los centavos Lincoln y algunas piezas de oro, que más tarde serían retiradas o fundidas.
A pesar de lo que dice la historia, algunas personas han reportado ver monedas de 25 centavos con la fecha 1933. Sin embargo, estas piezas son alteraciones o “fantasías” creadas por coleccionistas, aficionados o incluso falsificadores.
Lo más sorprendente, es que hay casos que se reportan de encontrarse en sitios de subastas o ferias numismáticas, pero no tienen valor oficial ni histórico como moneda real.
Hay que tener cuidado con estas piezas si estás iniciándote en el coleccionismo, pues pueden venderse como raras cuando, en realidad, no tienen respaldo ni autenticidad.
A diferencia de estas falsificaciones, los pocos quarters de 1932 que existen (especialmente los de las casas de moneda de Denver y San Francisco) son muy valorados por los coleccionistas debido a su baja tirada.
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