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Pronto, un tercio de la industria automotriz será china

Un estudio de la consultora Roland Berger pronostica que, en pocos años, las marcas chinas podrían quedarse con el 33% de las ventas globales de automóviles

Tensiones comerciales China detiene su avance en Europa

Sede de BYD Design. Crédito: BYD. Crédito: Cortesía

El mundo del automóvil atraviesa una transformación profunda y, según las proyecciones más recientes, China se perfila como el protagonista indiscutible de esta nueva etapa.

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La consultora Roland Berger, en su informe Automotive Outlook 2040 y el estudio Global Automotive Supplier Study 2025, advierte que las marcas del gigante asiático podrían quedarse con un tercio del mercado automotor mundial en un plazo sorprendentemente corto.

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Este cambio no solo implica un aumento de ventas para los fabricantes chinos, sino que también modificará la estructura competitiva global.

Las ganancias potenciales crecerán con más fuerza en Asia, especialmente en China, que se convertirá en el principal motor de ingresos para el sector durante los próximos 15 años. Para las automotrices occidentales, el mensaje es claro: adaptarse o perder relevancia.

Exportaciones récord y expansión internacional

Uno de los indicadores más claros de este ascenso es el crecimiento sostenido en las exportaciones. Marcas como Chery han alcanzado hitos históricos: a finales de julio, la compañía celebró haber enviado cinco millones de vehículos al extranjero, consolidándose como el mayor exportador de automóviles de China.

Pero Chery no está sola en esta carrera. BYD y Geely también han acelerado su presencia internacional, aprovechando una fórmula que combina precios competitivos, equipamiento tecnológico avanzado y una red de producción capaz de abastecer mercados lejanos sin sacrificar márgenes de beneficio.

La estrategia de estas marcas se basa en una agresiva política comercial que les permite ganar cuota de mercado en regiones tan diversas como América Latina, África, el sudeste asiático e incluso Europa, donde los fabricantes tradicionales ven amenazada su hegemonía.

Dos posibles futuros para la industria

El análisis de Roland Berger plantea dos escenarios para los próximos años. El primero, y más probable según sus proyecciones, es que las marcas chinas continúen su rápido crecimiento y logren cuotas de mercado muy elevadas no solo en su territorio, sino también en regiones clave como Europa y América Latina.

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Fábrica de BYD. Crédito: BYD.
Crédito: Cortesía

El segundo escenario es menos favorable para China y contempla una recuperación de las automotrices occidentales.

En este caso, fabricantes de larga trayectoria conseguirían estabilizar su posición gracias a innovaciones profundas, cambios en sus modelos de negocio y una mayor eficiencia para reducir costos. Sin embargo, este panorama dependería de una transformación acelerada que no todos están preparados para asumir.

El peso de Asia en el futuro automotor

Más allá de cuál escenario se materialice, el informe coincide en un punto: el crecimiento futuro del mercado de vehículos estará concentrado en Asia y en el sur global, con China como líder absoluto.

Europa y Norteamérica, en cambio, afrontarán un período de estancamiento en volumen de ventas, con pocos compradores nuevos y un mercado más enfocado en el reemplazo de unidades que en la adquisición inicial.

Este cambio geográfico en la demanda representa un reto para las marcas occidentales, que deberán repensar su estrategia para competir en regiones donde no tienen la misma infraestructura ni la misma capacidad de producción que sus rivales asiáticos.

En medio de la incertidumbre sobre el futuro de la movilidad, Roland Berger señala que los vehículos eléctricos (EV) serán un eje central en el mercado automotor.

La transición energética ya está en marcha y, según las estimaciones más optimistas, los EV podrían representar hasta el 55% de las ventas en Europa y China para 2030.

En Norteamérica, el avance será más pausado. Para esa misma fecha, se proyecta que los eléctricos no superarán el 30% de cuota de mercado. Esta diferencia refleja tanto las políticas públicas como las preferencias del consumidor, más inclinadas hacia modelos de combustión en Estados Unidos y Canadá.

BYD SEAL
BYD SEAL. Crédito: BYD.
Crédito: Cortesía

El cambio hacia la electrificación traerá consigo un reacomodo en toda la cadena de valor del sector automotor. Los proveedores tradicionales verán reducidos sus márgenes, ya que la demanda de piezas mecánicas disminuirá, mientras que el mercado se orientará cada vez más hacia componentes electrónicos y soluciones de software.

China ha tomado la delantera en este terreno. El país no solo ha desarrollado cadenas de suministro altamente competitivas, sino que también ha logrado una capacidad de producción a gran escala difícil de igualar.

Esta ventaja le permite ofrecer vehículos más asequibles sin sacrificar tecnología, algo que muchos fabricantes europeos y estadounidenses todavía intentan conseguir.

Estrategias que marcan la diferencia

Las marcas chinas han demostrado que el éxito no depende únicamente del precio. Su propuesta de valor integra funcionalidades avanzadas —como sistemas de asistencia a la conducción, conectividad total y baterías de alta eficiencia— con un costo final atractivo para el consumidor.

Además, han sido rápidas en adaptarse a los cambios regulatorios, como los estándares de emisiones en Europa o los requisitos de incentivos fiscales para EV en diferentes países.

Esta flexibilidad les ha permitido entrar en mercados donde los fabricantes tradicionales tardan más en cumplir las normativas.

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