Rick Davies, cofundador de Supertramp, fallece a los 81 años tras luchar contra el cáncer
El conocido tecladista, Rick Davies, falleció en su hogar en East Hampton, Nueva York, después de 10 años luchando contra el cáncer

Rick Davies espera el inicio de un evento antes del debate entre los principales candidatos al Senado de Estados Unidos en la Universidad del Pacífico en Stockton, California en el 2016. Crédito: Carlos Avila Gonzalez/The San Francisco Chronicle | AP
El mundo de la música está de luto. Rick Davies, legendario tecladista, cantante y compositor de la icónica banda británica de rock progresivo Supertramp, falleció el sábado 6 de septiembre en su hogar en East Hampton, Nueva York, a los 81 años.
Su muerte, causada por mieloma múltiple —un cáncer de la sangre—, fue anunciada oficialmente, este lunes, en el sitio web de la banda, que lo recordó como una figura fundamental en la historia del rock.
“Como coautor, junto con su socio Roger Hodgson, fue la voz y el pianista de las canciones más icónicas de Supertramp, dejando una huella imborrable en la historia del rock”, afirmó el emotivo homenaje publicado por la banda.
Davies había luchado contra el cáncer durante una década, lo que le impidió continuar con las giras en los últimos años. Sin embargo, su espíritu musical nunca se apagó: según la banda, disfrutaba tocando con amigos de su ciudad natal en un proyecto local llamado Ricky and the Rockets, demostrando que la música era su refugio hasta el final.
El nacimiento de una leyenda
Nacido el 22 de julio de 1944 en Swindon, Inglaterra, Davies descubrió su pasión por el jazz desde niño. A los 25 años, publicó un anuncio en la revista Melody Maker buscando colaboradores musicales. La respuesta llegó de un joven de 19 años: Roger Hodgson. Juntos formaron un dúo autodenominado Daddy, que pronto evolucionaría en lo que el mundo conocería como Supertramp.
El gran salto comercial de la banda llegó en 1974 con ‘Crime of the Century’, disco que incluía el éxito “Bloody Well Right”, con su inolvidable introducción en el piano eléctrico Wurlitzer —instrumento que se convertiría en la firma sonora de Davies.
Pero fue en 1979 cuando Supertramp alcanzó la cima mundial con ‘Breakfast in America’, uno de los álbumes más vendidos de la historia, con más de 18 millones de copias.
El disco incluía joyas como ‘The Logical Song’ y ‘Take the Long Way Home’ (de Hodgson), y ‘Goodbye Stranger’ (de Davies). En los conciertos, Davies solía cantar en un registro más grave para contrastar con el falsete de Hodgson —una dinámica que continuó incluso después de la partida de este último en 1983.
‘Breakfast in America’ lideró el Billboard 200 durante seis semanas, generó múltiples sencillos, Top 10 y se convirtió en un fenómeno global, encabezando listas en Canadá, Europa y más allá.
La banda también cosechó éxitos con discos en vivo como Paris (1980) y Famous Last Words (1982), ambos certificados oro, al igual que sus predecesores Crime of the Century (1974) y Even in the Quietest Moments (1977).
Con su partida, el mundo pierde a uno de los arquitectos del sonido progresivo que definió una era. Pero como bien dijo su propia banda: las grandes canciones —y los grandes artistas— nunca mueren. Rick Davies vivirá por siempre en cada acorde de Wurlitzer, en cada estrofa cantada en falsete o en registro grave, y en el corazón de millones que crecieron, amaron y soñaron con la música de Supertramp.
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