En esto subiría el precio de la calefacción este invierno en EE.UU.
El costo de calentar el hogar en EE.UU. subirá este invierno. Electricidad y gas natural tendrán los mayores aumentos, según una nueva estimación de NEADA

La NEADA estima que los precios de la calefacción aumentarán casi $70 dólares en promedio por este invierno. Crédito: Shutterstock
Durante el invierno, la calefacción no es un lujo, sino una necesidad básica para millones de familias en Estados Unidos. Las bajas temperaturas que azotan gran parte del país entre noviembre y marzo pueden poner en riesgo la salud y la seguridad de quienes no cuentan con una fuente adecuada de calor en el hogar. Por eso, cualquier aumento en el costo de la calefacción tiene un impacto directo en el bolsillo de las personas y se convierte en un tema clave para planificar las finanzas del hogar.
Este invierno, millones de hogares en Estados Unidos pagarán más por mantener su casa caliente. Así lo revela un nuevo estudio de la Asociación Nacional de Directores de Asistencia Energética (NEADA, por sus siglas en inglés), que anticipa un incremento promedio del 7.6% en las facturas de calefacción, lo que elevará el gasto medio a $976 dólares por hogar durante la temporada de frío.
El aumento más fuerte lo enfrentarán quienes dependen de electricidad para calefaccionar su vivienda. En este grupo, los recibos podrían subir hasta un 10.2%.
Por otro lado, los usuarios de gas natural, la fuente más común de calefacción, también sentirán el golpe, con un incremento estimado del 8.4% respecto al año pasado.
Este encarecimiento no es un fenómeno aislado. Según cifras de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), en agosto de este año los precios de la electricidad fueron 6.2% más altos que en el mismo mes del año anterior. Y de acuerdo con la Administración de Información Energética de EE.UU. (EIA), se espera que los precios de la electricidad sigan subiendo hasta un 18% en los próximos años.
En cuanto al gas natural, su precio ha subido un 13.8% en comparación con 2024, un ritmo muy por encima de la inflación, que fue del 2.9% en el mismo periodo. Esta diferencia pone aún más presión sobre las finanzas de los hogares estadounidenses.
Pero no todos verán aumentos. Aquellos que usan aceite para calefacción o propano, alrededor del 10% de los hogares del país, podrían beneficiarse de reducciones del 4% y 5%, respectivamente, en sus facturas este invierno.
Los aumentos en el costo de la calefacción llegan justo después de un verano con récord de consumo eléctrico por aire acondicionado. NEADA reportó que la factura promedio de electricidad en el verano de 2025 fue de $776 dólares, la más alta en al menos 12 años.
“Tuvimos un periodo de relativa estabilidad en las tarifas eléctricas, pero el año pasado la electricidad subió el doble que la inflación”, explicó Mark Wolfe, director ejecutivo de NEADA, a CBS MoneyWatch.
La presión financiera no solo se siente en el corto plazo. Desde el 31 de diciembre de 2023 hasta el 30 de junio de 2025, las deudas impagas por servicios energéticos aumentaron un 31%, pasando de $17.5 mil millones a $23 mil millones de dólares, según NEADA. Esto ocurre en un contexto donde las familias ya enfrentan niveles récord de deuda, con saldos de tarjetas de crédito que superan los $1.21 billones de dólares.
Entre las razones del aumento en los precios están el alto costo de modernizar la red eléctrica, el incremento en la demanda energética por parte de centros de datos, y la subida constante del precio del gas natural. A esto se suma la inestabilidad global generada por conflictos como la invasión rusa a Ucrania, que ha afectado el mercado energético internacional.
El Centro para el Progreso Estadounidense señaló que alrededor de 60 compañías de servicios públicos han aumentado sus tarifas o están en proceso de hacerlo. Esto significa que, tras los altos recibos del verano, las familias ahora se preparan para un nuevo golpe económico con el invierno.
¿Qué pueden hacer los consumidores? Abe Scarr, del Programa de Energía y Servicios Públicos del PIRG, sugiere que los hogares consulten con sus compañías eléctricas sobre programas de incentivos. Muchas ofrecen evaluaciones energéticas gratuitas, descuentos para aislar viviendas o incluso apoyo para pequeñas reparaciones que eviten pérdidas de calor.
Además, existen prácticas cotidianas que pueden hacer la diferencia: desconectar aparatos que no se usan, bajar unos grados la calefacción o revisar fugas de aire son acciones simples pero efectivas.
También está disponible el Programa de Asistencia Energética para Hogares de Bajos Ingresos (LIHEAP), que ofrece ayuda financiera a familias calificadas para cubrir parte de sus costos de energía. Este programa federal opera con redes estatales y puede ser una gran herramienta para quienes enfrentan dificultades.
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