Qué es la planificación inversa de comidas que ayuda a ahorrar en alimentos
La planificación inversa de comidas permite ahorrar en alimentos al aprovechar ofertas y planificar tus menús con lo que ya tienes en casa: así lo haces
Si usas la estrategia de planificación inversa de comidas, es posible que ahorres más dinero, a pesar de la inflación. Crédito: Shutterstock
La planificación inversa de comidas se ha convertido en una de las estrategias más efectivas para ahorrar dinero en alimentos, especialmente ahora que los precios del supermercado siguen subiendo. Con la inflación y los aranceles afectando los costos de productos básicos, los consumidores buscan maneras creativas de estirar su presupuesto sin sacrificar calidad ni variedad en sus comidas.
De acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), los precios de los alimentos en tiendas aumentaron un 0.6% entre julio y agosto y otro 0.3% en septiembre, marcando el ritmo de crecimiento más rápido desde 2022. Frente a este escenario, cada dólar cuenta, y métodos como la planificación inversa ayudan a comprar de forma más inteligente.
A diferencia del método tradicional, donde se planifican los menús de la semana y luego se compra lo necesario, la planificación inversa cambia el orden. Consiste en planificar las comidas con base en lo que ya tienes en casa y en los productos que están en oferta, reduciendo así el gasto y el desperdicio.
“Toma un poco de tiempo al principio, pero una vez que tienes una reserva de alimentos, realmente se ahorra dinero”, señaló Kara Bradford, de Addison, Vermont, en su blog de estilo de vida.
Ella asigna un presupuesto semanal, compra lo indispensable y utiliza el resto para aprovechar promociones y abastecer su despensa.
“La mayoría de la gente compra lo primero que se le ocurre o planea un menú y paga precio completo por todo”, afirma Bradford. “Si no usan los productos, los tiran o se olvidan de ellos. Esto también es un desperdicio de dinero”.
La planificación inversa funciona mejor cuando se combina con otros hábitos de compra consciente. Por ejemplo, Kristen Overbey, de Indianápolis, evita los alimentos procesados para su familia de cuatro, pero reconoce que comer orgánico puede ser costoso. Por eso compra en línea en sitios de excedentes u “overstock” (excedente de inventario), como Martie.com, donde consigue productos de marca más baratos que en Amazon o el supermercado.
“Muchos de sus artículos son mucho más baratos de lo que puedo comprar incluso en la tienda”, aseguró Overbey, quien recientemente adquirió barras de chocolate orgánicas y aguas con gas a precios reducidos. Además, usar la opción de recogida local le ayuda a no caer en compras impulsivas.
Otro truco para reducir gastos es buscar mercados especializados, como los de alimentos asiáticos. Según Imani Smith, de Dallas, Texas, en esos lugares se puede comprar frutas, verduras, carnes y mariscos más frescos y baratos que en las grandes cadenas.
“No solo la calidad era mejor, los precios eran sustancialmente diferentes”, explicó.
Smith también comparte otra estrategia útil para quienes viven solos: hacer compras conjuntas con vecinos o amigos. Reunirse para comprar al por mayor permite dividir los costos y aprovechar los descuentos de volumen.
“Juntamos dinero, compramos juntos y nos turnamos para preparar comidas”, aseguró. Esta práctica reduce el desperdicio y evita que se dañen alimentos por comprar más de lo necesario.
En algunos supermercados, los descuentos de último momento o “manager markdowns” pueden significar grandes ahorros. De esta manera, Becky Shotts, de Chattanooga, Tennessee, encontró una forma de gastar solo $120 dólares en alimentos cada dos semanas para su familia. Busca productos rebajados por estar cerca de su fecha de vencimiento o tener un pequeño defecto estético.
“La parte buena de todo eso es que puedes usarlos rápido… o congelarlos”, asegura.
Becky recomienda visitar las tiendas a primeras horas de la tarde, de lunes a miércoles, cuando suelen aparecer las rebajas más convenientes. También aconseja preguntar directamente a los empleados cuándo aplican los descuentos. Sin embargo, aclara que no todo vale la pena. Si el precio reducido sigue superando el presupuesto, lo mejor es pasar de largo.
“Hay veces que simplemente no vale la pena si el descuento sigue siendo alto”, comenta.
La planificación inversa de comidas no es solo una moda de redes sociales. Es una forma práctica de combatir la inflación desde la cocina. Permite aprovechar lo que ya se tiene, reducir desperdicios y comprar con intención. Requiere algo de organización y paciencia al inicio, pero con el tiempo se convierte en un hábito que da estabilidad financiera.
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