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Ford alerta que no hay mecánicos ni altos salarios

Jim Farley, CEO de Ford, advierte que la falta de formación técnica y la creciente complejidad de los vehículos agravan un problema que ya perjudica a clientes

Chevrolet Blazer EV 2025

Chevrolet Blazer EV 2025. Crédito: Chevrolet. Crédito: Cortesía

La industria automotriz estadounidense atraviesa un escenario inusual: los talleres oficiales tienen más trabajo que manos disponibles, incluso cuando los salarios ofrecidos superan ampliamente la media nacional.

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En este sentido, Ford se ha convertido en uno de los fabricantes más afectados, con miles de puestos esenciales vacíos y clientes esperando semanas para reparaciones básicas.

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Lo llamativo no es solo la magnitud del problema, sino que lo haya reconocido públicamente el propio consejero delegado de Ford, Jim Farley. A través de recientes declaraciones, dejó claro que la compañía enfrenta un desafío estructural que no se resolverá únicamente ofreciendo mejores sueldos.

Una brecha de talento que el dinero no está llenando

Durante una conversación en el podcast Office Hours: Business Edition, Farley reveló que los concesionarios de la marca mantienen actualmente 5,000 vacantes para mecánicos. Lo sorprendente es que muchas de estas posiciones ofrecen remuneraciones cercanas a los $100,000 dólares anuales, una cifra que en teoría debería atraer candidatos de inmediato.

Aun así, los puestos siguen sin cubrirse. Según explicó Farley, el problema no es simplemente económico. La falta de mano de obra cualificada se ha convertido en un obstáculo profundo para la red de talleres. Convertirse en un técnico certificado capaz de trabajar con los estándares de Ford requiere una preparación extensa que puede superar los cinco años, una inversión de tiempo que muchos jóvenes no están dispuestos a asumir.

A esto se suma la competencia de sectores tecnológicos y carreras universitarias que suelen percibirse como más atractivas. El resultado es un desajuste entre la demanda de técnicos y la disponibilidad real de personal capacitado.

Vehículos más complejos, formación más exigente

La creciente sofisticación de los automóviles ha elevado las expectativas sobre el conocimiento técnico necesario para trabajar en ellos. Los motores modernos, los sistemas híbridos, la electrónica avanzada y los diagnósticos digitales requieren habilidades muy específicas.

Farley lo ilustró de forma clara con un ejemplo que no dejó lugar a dudas: retirar el motor diésel de un Ford Super Duty exige precisión absoluta y un nivel profundo de conocimientos. “Necesitas saber exactamente lo que haces”, enfatizó. Esta complejidad deja fuera a aspirantes sin formación avanzada, pero también genera temores entre quienes consideran que el aprendizaje es demasiado largo o costoso.

La escasez de mecánicos preparados no podría haber llegado en peor momento para Ford. En lo que va de 2025, la marca acumula más de 130 campañas de retiro (llamadas a revisión). Es decir, hay más vehículos entrando a talleres y menos personal para atenderlos. Como era de esperarse, los tiempos de espera han aumentado y la satisfacción del cliente ha comenzado a resentirse.

Fabricación del sedán eléctrico de Sony Honda Mobility
Fabricación del sedán eléctrico de Sony Honda Mobility. Crédito: AFEELA.
Crédito: Cortesía

Un problema que rebasa a Ford: Estados Unidos tiene un déficit gigantesco

Aunque Ford es la cara visible de esta crisis dentro del sector automotriz, Farley insistió en que el problema es nacional y mucho más amplio.

Según detalló, Estados Unidos tiene más de un millón de puestos esenciales sin cubrir. No solo faltan mecánicos: también escasean camioneros, técnicos de emergencia, electricistas, operarios industriales y trabajadores especializados en oficios críticos.

El CEO lamentó que el país haya dejado de invertir en formación profesional al ritmo que se necesita. A su juicio, esta carencia podría generar serios problemas a futuro si no se corrige de manera urgente. Su reflexión más contundente vino acompañada de una advertencia inesperada: ante un escenario extremo, “Google no podrá fabricar los aviones y tanques que necesitaríamos”.

Los datos respaldan esas preocupaciones. El Bureau of Labor Statistics estima que cada año existe un déficit de 37,000 técnicos cualificados, mientras que la economía requerirá aproximadamente 67,800 mecánicos nuevos por año hasta 2033. La tendencia sugiere que la brecha se profundizará si no se toman medidas estructurales.

Consecuencias visibles: retrasos, improvisación y clientes frustrados

El impacto ya es evidente en los concesionarios de Ford. La falta de personal ha llevado a algunos talleres a mover a los pocos técnicos disponibles entre distintas sucursales para cubrir tareas básicas. Esta solución improvisada provoca retrasos de semanas en servicios que antes se resolvían en pocos días.

En paralelo, la acumulación de vehículos pendientes de revisión está generando tensiones internas, ya que los equipos actuales trabajan al límite de su capacidad. La consecuencia más inmediata es la insatisfacción del cliente, que se encuentra atrapado entre la necesidad de reparar su vehículo y la imposibilidad de obtener una cita en un plazo razonable.

Para la industria automotriz estadounidense, este desequilibrio llega en un momento especialmente delicado. La transición hacia vehículos cada vez más tecnológicos —desde eléctricos hasta híbridos avanzados— requiere técnicos con conocimientos especializados. Sin embargo, la fuerza laboral disponible no está creciendo al mismo ritmo que la tecnología.

Un reto que definirá el futuro de la posventa

Jim Farley no ha buscado maquillar la situación. Sus declaraciones apuntan a que la escasez de mecánicos representa una amenaza directa para la calidad del servicio posventa y para la confianza del consumidor en marcas como Ford. Pero también es un llamado de atención al país sobre la urgencia de fortalecer la formación técnica.

Invertir en escuelas profesionales, promover los oficios y facilitar el acceso a certificaciones podría ser la clave para revertir una crisis que ya afecta a talleres, trabajadores y millones de conductores.

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