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Cuando la acidez estomacal puede significar más que una molestia temporal

La exposición repetida al ácido puede llevar a cambios celulares, fenómeno conocido como metaplasia, que incrementa el riesgo de cáncer esofágico

Cuando la acidez estomacal puede significar más que una molestia temporal

Molestias gástricas a causa de un reflujo ácido. Crédito: Jelena Stanojkovic | Shutterstock

La acidez estomacal es, para muchos, un malestar ocasional; sin embargo, para algunos puede ocasionar problemas de salud graves. Alrededor del 10% de las personas con enfermedad por reflujo gastroesofágico (GERD) crónica desarrollan esófago de Barrett, una condición precursora del cáncer.

En este sentido, algunos estudios han demostrado que entre el 3% y el 13% de las personas con esófago de Barrett desarrollarán cáncer a la larga, aunque la mayoría no lo hará, señaló a Fox News Digital el doctor Daryl Gioffre, especialista en salud intestinal y nutricionista certificado con sede en Florida.

“Su estómago está diseñado para manejar el ácido. Su esófago, no”, advierte. “En el caso del reflujo, el peligro no es la quemadura en el pecho o la garganta: el verdadero peligro es el reflujo constante de ácido que viaja en la dirección equivocada”.

El peligro del reflujo ácido

El esfínter esofágico inferior, descrito como la “puerta del ácido”, impide que el ácido del estómago regrese a la esófago. Cuando este esfínter se debilita, el ácido puede provocar daños severos en el tejido esofágico, causando una inflamación crónica.

La exposición repetida al ácido puede llevar a cambios celulares, fenómeno conocido como metaplasia, que incrementa el riesgo de cáncer esofágico.

Factores de riesgo, especialmente en hombres

Los hombres suelen tener un mayor riesgo de desarrollar este tipo de afecciones debido a factores como una mayor demanda de magnesio, hábitos alimenticios y la tendencia a ignorar los síntomas.

“Comer dentro de las tres horas posteriores a acostarse casi garantiza que el estómago no se vacíe, y esa es una de las principales causas del reflujo nocturno”, explica Gioffre.

Señales de advertencia

Un incremento en la frecuencia e intensidad de los síntomas, como dificultad para tragar, puede indicar que el reflujo ha progresado a un estado crónico, que requiere atención médica inmediata para evitar daños serios y potencialmente mortales.

“Si ese ardor se vuelve más frecuente o más intenso, o comienza a aparecer incluso cuando no has comido, tu cuerpo está agitando una enorme bandera de advertencia”, sostiene el especialista en entrevista concedida a Fox.

“Las úlceras en la garganta, o incluso en la boca, son otra señal de que el ácido está causando un daño real”, advierte.

Autodiagnóstico en casa

Un autodiagnóstico de reflujo ácido en casa se basa principalmente en identificar síntomas comunes, ya que no existen pruebas médicas precisas que se puedan realizar sin equipo profesional. No sustituye una consulta médica, pero puede ayudar a reconocer señales de alerta como el ardor en el pecho.

Síntomas clave. Observa si experimentas ardor en el pecho o garganta después de comer, regurgitación ácida, sabor amargo en la boca o dificultad para tragar, especialmente al acostarte o tras comidas copiosas. Estos síntomas suelen empeorar con alimentos picantes, grasos o cafeína, y mejoran elevando la cabeza durante el sueño.

Prueba casera simple. Bebe un vaso de agua con media cucharadita de bicarbonato de sodio en ayunas; si no eructas en 5 minutos, podría indicar bajo ácido gástrico, pero esto no confirma reflujo y es solo orientativo. Registra síntomas durante una semana, anotando comidas y posiciones para detectar patrones.

Cuándo consultar médico. Si los síntomas persisten más de dos veces por semana, incluyen pérdida de peso, vómitos o dolor intenso, busca atención profesional para pruebas como monitoreo de pH esofágico. Evita automedicarte a largo plazo para prevenir complicaciones.

Cambios en el estilo de vida

Mantener un peso saludable y evitar comidas grandes ayudan a prevenir el reflujo ácido al reducir la presión sobre el esfínter esofágico inferior. Evitar desencadenantes comunes y ajustar hábitos alimenticios también minimiza los síntomas.

Hábitos alimenticios. Coma porciones más pequeñas y frecuentes en lugar de comidas abundantes para evitar distender el estómago. No ingiera alimentos 2-3 horas antes de acostarse y evite alimentos grasos, picantes, cafeína, alcohol, chocolate o cítricos.

Actividad física. Realice ejercicio regular moderado para mantener un peso saludable, pero evite rutinas que generen presión abdominal fuerte. Quédese en posición vertical después de comer para aprovechar la gravedad.

Otros ajustes. Deje de fumar, eleve la cabecera de la cama y evite ropa ajustada en el abdomen. Manténgase hidratado con agua entre comidas, no durante ellas.

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