Corte de California reanuda juicio contra Luis Bracamontes sin estar él presente
Es un indocumentado acusado de asesinar a dos policías, que hace días insultó al juez de su caso, al jurado y familiares de víctimas
El juicio contra Luis Bracamontes, un indocumentado acusado de matar a dos policías a sangre fría y desatar una persecución en la que dejó varios heridos, se reanudó en una corte de Sacramento, California, sin la presencia del acusado, al que solo se le permitió escuchar los testimonios.
Bracamontes, de 37 años y origen mexicano, fue expulsado permanentemente de la corte después de que dirigiera exabruptos a los familiares de las víctimas, al jurado y al propio juez, Steve White.
Kim Pedersen, vocera de la Corte Superior del Condado de Sacramento, explicó que se le ha proporcionado al acusado una transmisión de audio en la que el pude escuchar el proceso judicial. Los miembros del jurado, los abogados, el personal judicial, y los testigos no pueden observar ni siquiera por video al acusado.
El pasado miércoles, el acusado, que enfrenta la pena de muerte, interrumpió con groserías el testimonio de uno de los agentes que resultó herido.
El comportamiento errático del indocumentado no es algo nuevo. Desde las audiencias preliminares hasta el juicio, el mexicano aseguró que las autoridades “no tenían que investigar más”, que él era culpable de las muertes y que solo quería que lo ejecutaran.
El 24 de octubre de 2014, Bracamontes y su novia, Janelle Monroy, fueron abordados por dos oficiales de policía mientras estaban estacionados frente a un motel en una visita a la capital de California.
Sin alguna supuesta provocación hacia él, el acusado disparó un arma semiautomática AR-15 contra los agentes.
Danny Oliver, casado y con dos hijas, murió de un disparo en la cabeza, mientras su atacante y la novia desataron una persecución que terminó en un callejón donde el alguacil Michael Davis Jr. falleció en medio del enfrentamiento. Bracamontes finalmente se rindió.
El caso cobró mayor notoriedad, después de que se descubrió que el atacante, que inicialmente fue identificado como Marcelo Márquez, había sido deportado dos veces a México debido a acusaciones por tráfico de drogas.
Desde su campaña, el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, utilizó este caso para hablar sobre seguridad nacional y de la necesidad de reforzar las leyes de inmigración.
Para el discurso del año pasado frente al Congreso, el republicano invitó a las familias de las víctimas.
Este año, la campaña de Trump utilizó las imágenes del mexicano cuando interrumpió el juicio para decir en medio de una sonrisa descontrolada “no me arrepiento de esa mierda. Lo único de lo que me arrepiento es de haber matado solo dos…”.
Tras los repetidos y groseros arrebatos de Bracamontes, el juez White decidió apartar de la sala al acusado durante lo que resta del juicio.
La defensa intentó establecer que Bracamontes no estaba apto mentalmente para enfrentar el proceso judicial, pero la corte negó la petición.
La fiscalía está buscando que el mexicano sea castigado con la pena de muerte.
Se espera que el proceso continúe hasta mayo.