Las dietas disociadas ¿realmente funcionan?
Las dietas disociadas son polémicas en la comunidad científica
Las dietas disociadas presentan la curiosa premisa de no combinar alimentos de diferentes grupos dependiendo de la proporción hidratos de carbono y proteínas. Sin embargo, son muy polémicas a partir de este principio, por lo que su validez y fiabilidad están en constante disputa.
¿Qué es una dieta disociada?
Esencialmente, las dietas disociadas se basan en la disociación, o no mezcla de nutrientes en los alimentos, con el supuesto de que el cuerpo humano no puede digerir ni metabolizar adecuadamente hidratos y proteínas de manera simultánea.
Entre las dietas disociadas podemos encontrar cierta variedad. La dieta de Beverly Hills, la dieta de la sopa de col, el régimen de Antoine, la dieta de los nueve días, etcétera.
¿Cómo se hacen?
Las dietas disociadas, a partir de lo anterior, dividen los alimentos en tres grandes grupos:
- Glúcidos: Alimentos ricos en hidratos de carbono. Principalmente son cereales, legumbres, harina y derivados, patatas, dulces y chocolates.
- Proteicos: Carnes, pescados y mariscos. Huevos y lácteos porque ofrecen la mayor cantidad de proteínas.
- Neutros: En estos alimentos no predominan ni los hidratos ni las proteínas. Podemos contar los aceites vegetales, la mantequilla y verduras varias.
Realizar estas dietas correctamente conlleva no mezclar en el mismo plato alimentos de grupos incompatibles. No puedes combinar proteínas con carbohidratos, ni proteínas con grasas.
Quienes realizan esta dieta afirman lo importante que es seguir horarios y hacer todas las comidas debido a que piensan que cada plato cumple una función especial. Sugieren hacer cinco comidas al día, y en cada una de ellas habría uno o varios grupos de alimentos especialmente dirigidos.
Evidencia científica sobre las dietas disociadas
Hasta el momento no hay evidencia científica que certifique que las dietas disociadas efectivamente funcionen para perder más peso que las dietas normales.
Uno de los supuestos más importantes de esta dieta consiste en afirmar que nuestro organismo no está preparado para consumir alimentos de diferentes grupos, pero esto es completamente falso. Nuestro cuerpo es más que apto para esto, y nuestras enzimas funcionan con la misma eficiencia.
Estudios realizados que querían comprobar si la pérdida de peso y grasa en las dietas disociadas era mayor al de las dietas que permiten combinar alimentos, concluyeron que la pérdida de peso era similar.
Incluso, aunque no estadísticamente significativo, la pérdida de grasa total era mayor en las dietas equilibradas que en las dietas disociadas.