Este rey busca su corona: Patrick Mahomes encara el reto contra la brutal defensa de los 49ers

MIAMI – Patrick Mahomes es el rostro de la franquicia de la Chiefs, el reinante Jugador Más Valioso de la NFL y ahora la mayor estrella a seguir en la semana del Super Bowl. Y pensar que cuando era niño él quería ser beisbolista. De hecho, el fútbol americano no era ni siquiera su segundo deporte favorito.

La era de dominio de Patrick Mahomes en la NFL comenzó desde 2018 cuando el entrenador Andy Reid le entregó las llaves de la ofensiva de Kansas City, pero será este domingo cuando el joven de 24 años pueda reclamar, a toda ley, el título de rey de la NFL.

“Estoy emocionado”, dijo Mahomes el lunes al hablar de cómo se siente ante la oportunidad. “Estoy emocionado por estar con todos mis compañeros esta semana, poder disfrutar de esto todos juntos. Y luego poder salir y divertirnos en el mayor evento del mundo realmente es una experiencia increíble“.

Mahomes lanzó para 5,097 yardas y 50 pases de touchdown en 2018, números que lo situaron en las listas históricas al lado de titanes como Dan Marino y Tom Brady. Éste último fue el principal causante de que Mahomes no alcanzara al Super Bowl LIII al vencer los Patriots a los Chiefs en el Juego de Campeonato de la AFC.

Mahomes no tuvo mucha responsabilidad de esa derrota de 37-31 en tiempo extra, cuando Brady ya no le prestó el balón a Kansas City en la prórroga. Pero el primer viaje al Super Bowl para el nacido en Tyler, Texas, era cuestión de tiempo, aunque todo se tambaleó el pasado 17 de octubre en Denver cuando la rótula de la rodilla derecha de Mahomes se le dislocó al lanzarse sobre la línea de golpeo. Se temió lo peor, pero Mahomes tuvo fortuna y regresó a jugar apenas tres semanas después.

Completó la campaña regular con 4,031 yardas, 26 pases de touchdown y solo 5 interceptados. No obstante, lo mejor del jersey No. 15 de Kansas City vendría en los playoffs, donde fue el motor para que su equipo remontara desventajas de 24 puntos contra Houston y de 10 frente a Tennessee. En una rara casualidad, en ambos triunfos tuvo las mismas estadísticas de pases completos (23 de 35) y de yardas por carrera (53), con 8 pases de touchdown combinados.

En cuatro juegos de postemporada en su carrera, Mahomes aún no sufre un solo pase interceptado, como para demostrar que lo suyo son los partidos grandes.

Quarterback incomparable

Las estadísticas dicen mucho sobre la habilidad de Mahomes. Pero también está el aspecto no cuantificable de los grandes mariscales de campo: el liderazgo.

En aquel juego contra los Texans en la ronda divisional, Mahomes mantuvo una intensa calma cuando todo estaba mal. Abajo en el marcador por 24-0, el jugador de tercera temporada fue a la banca y le dijo enfáticamente a sus compañeros de la ofensiva que no cayeran en pánico, que solo se enfocaran en hacer una buena jugada, y luego otra, y otra, y seguir así. Los Chiefs anotaron los siguientes 41 puntos del partido en camino a ganar 51-31.

Una semana después contra los Titans por el boleto al Super Bowl el partido estaba difícil, pero todo cambió tras una jugada de Mahomes antes del medio tiempo en la que salió de la bolsa de protección, se llevó a dos defensores pegado a la banda, decidió no salirse del campo y luego se “rifó el físico” cerca de la línea de gol para superar a dos rivales más y anotar. La carrera de 27 yardas dio la voltereta a la pizarra, encendió al estadio y le sacó el alma a los Titans, que ya no se recuperaron.

Los 49ers, con todo y su gran defensa, saben qué les espera el domingo.

“Es un gran competidor, su impulso competitivo es irreal“, opinó el liniero DeForest Buckner, uno de los líderes de la defensa de San Francisco. “La remontada en los playoffs contra Houston te demuestra la clase de competidor que es”.

Un pitcher en el campo

Nick Bosa, el brillante liniero defensivo novato de los 49ers, comentó lo que más le impresiona sobre el jugador al que tratará de presionar y golpear el domingo. “Su habilidad para extender jugadas, su brazo; la habilidad con su brazo es tan buena como la de Aaron Rodgers o como la del mejor quarterback de la liga. Pero tan solo su habilidad para salir de la bolsa y correr”.

Mahomes es sin duda un súper competidor y un líder natural; tiene un brazo potente que le permite realizar todo tipo de lanzamientos, y como ha demostrado muchas veces, puede hacer daño corriendo en jugadas rotas. Pero lo que le pone en una categoría aparte es su sentido de la improvisación, “inventándose” pases en donde no parece haberlos.

Mahomes suele encontrar ángulos inusuales para lanzar el ovoide de tres cuartos del hombro o incluso por debajo del brazo como hacen algunos lanzadores en el béisbol, y con esas acciones frustra a la oposición. Ése es el ingrediente “beisbolero” de Mahomes, cuyo padre Pat hizo una carrera larga en las Ligas Mayores como relevista.

Talentoso y carismático, Patrick tiene todo, es el paquete completo y por eso, cuando firme su primer megacontrato con los Chiefs, tal vez este mismo año, romperá todos los récords salariales de la NFL. Pero primero está la oportunidad de cubrirse de gloria el domingo, un reto que él admite será el mayor de su carrera ante una defensa brutal como la de San Francisco.

“Va a ser un gran reto para nosotros, ellos juegan su esquema realmente bien, son buenos para presionar al quarterback y lo son para defender la carrera. Entendemos que va a ser un reto muy, muy grande”, dijo Mahomes, quien en su carrera como quarterback titular en la NFL tiene un récord de 27-8, sin que haya tenido algún juego realmente malo.

“Vamos a salir a tratar de ejecutar nuestro plan de juego y hacerlo a un alto nivel”.

En esto último no hay duda. Patrick Mahomes es garantía.

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