Tiroteo en Uvalde: Maestra sobreviviente narra los momentos de horror durante el tiroteo, mientras los pequeños estaban siendo acribillados
Maestra describe los momentos de horror dentro de las instalaciones del colegio de Uvalde, asegura que se habían preparado durante años para este día, pero jamás pensó vivirlo; al momento de las denotaciones ella y su grupo disfrutaban una película de Disney
Sus alumnos siguieron sus instrucciones y se quedaron en silencio para ponerse a salvo. Crédito: TANNEN MAURY | EFE
Una educadora del colegio Robb, en Uvalde, donde ocurrió la matanza, narra los momentos de horror que vivieron ella y sus alumnos tras escuchar los disparos dentro de las instalaciones, momento en el que Salvador Ramos, de 18 años, abrió fuego el martes en el recinto matando a 19 niños y dos de sus compañeras educadoras.
Pese a las sugerencias de las autoridades de no hablar con medios de comunicación, la maestra accedió a dar su testimonio de manera anónima.
En entrevista para Telemundo, la maestra explicó que esta escena era algo para lo que se habían preparado pero jamás pensaron vivirlo, como si se tratará de un desastre natural, donde se realizan simulacros para reaccionar y actuar de manera eficiente. Asegura que los colegios en Estados Unidos tienen implementados ejercicios ante este tipo de tiroteos.
Ella describió que era un día de celebración, ya que se encontraban realizando actividades por el fin de año académico y muchos niños habían recibido reconocimientos por su desempeño.
Los niños se encontraban mirando una película de Disney, cuando de repente, escucharon fuertes detonaciones en el pasillo de la escuela, inmediatamente le ordenó a los infantes que se pusieran bajo los escritorios y atrancó la puerta de su salón de clases.
“Los niños han estado practicando para este día durante años. Sabíamos que esto no era un simulacro. Sabíamos que teníamos que estar callados o de lo contrario nos íbamos a delatar”, explicó la maestra.
La docente describe que mientras sus alumnos se resguardaban bajo sus pupitres y permanecían en silencio, del otro lado del pasillo se escuchaban los llantos y gritos de sus compañeros heridos, enseguida ella se sentó en el suelo en medio de la sala, abrazo a los pequeños de su salón, trató de mantener la calma, de hacerse fuerte para ellos y comenzaron a orar. “Está bien, vamos a estar bien”, les aseguró.
La maestra señaló que fueron los 35 minutos más largos de su vida, fue un momento devastador, doloroso y frustrante por no poder ayudar a los pequeños que estaban siendo acribillados.
Finalmente, la policía se acercó al salón de clases por fuera y rompió las ventanas. La maestra pidió a sus alumnos que hicieran una fila rápido, pero con orden. Tal como lo hacen todos los días para el almuerzo. Uno por uno, la maestra tomó sus manos y ayudó a cada uno de sus alumnos a salir por la ventana.
“Nuestros niños no se merecían esto. Fueron amados. No solo por sus familias, sino también por su familia en la escuela”, enfatizó la educadora.
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