Actividad humana ha degradado casi el 40% de la selva amazónica
Incendios forestales, los efectos de borde (cambios que se producen en los bosques adyacentes a las zonas deforestadas), la tala selectiva (como la tala ilegal) y la sequía extrema afectan el Amazonas
La selva amazónica se ha degradado mucho más de lo que los científicos creían hasta ahora, ya que más de un tercio de los bosques restantes están afectados por la actividad humana, según publicó un resiente estudio.
La investigación publicada en la revista Science demuestra que hasta el 38% de la superficie forestal amazónica restante -equivalente a diez veces el tamaño del Reino Unido- se ha visto afectada por algún tipo de perturbación humana, lo que ha provocado emisiones de carbono equivalentes o superiores a las de la deforestación.
Las conclusiones, se explica en el estudio, son el resultado de una revisión analítica de datos científicos publicados anteriormente, basada en imágenes de satélite y en una síntesis de datos publicados que esbozan los cambios en la región amazónica entre 2001 y 2018. Los autores definen el concepto de degradación como cambios transitorios o a largo plazo en las condiciones de los bosques causados por el hombre.
De acuerdo con los autores, la degradación es diferente de la deforestación, en la que el bosque se elimina por completo y en su lugar se establece un nuevo uso de la tierra, como la agricultura. Aunque los bosques muy degradados pueden perder casi todos los árboles, el uso del suelo en sí no cambia.
Los autores evalúan cuatro perturbaciones clave que provocan la degradación de los bosques: los incendios forestales, los efectos de borde (cambios que se producen en los bosques adyacentes a las zonas deforestadas), la tala selectiva (como la tala ilegal) y la sequía extrema.
“A pesar de la incertidumbre sobre el efecto total de estas perturbaciones, está claro que su efecto acumulativo puede ser tan importante como la deforestación para las emisiones de carbono y la pérdida de biodiversidad”, afirma Jos Barlow, catedrático de Ciencias de la Conservación de la Universidad de Lancaster (Reino Unido) y coautor del trabajo.
Desolador pronostico para 2050
En una proyección realizada por el equipo para 2050, los cuatro factores de degradación seguirán siendo fuentes importantes de emisiones de carbono a la atmósfera, independientemente del crecimiento o la supresión de la deforestación del bosque.
“Incluso en un escenario optimista, cuando no haya más deforestación, los efectos del cambio climático harán que continúe la degradación del bosque, lo que provocará más emisiones de carbono”, afirma el Dr. David Lapola, líder del estudio e investigador del Centro de Investigación Meteorológica y Climática Aplicada a la Agricultura de la Unicamp.
Los autores proponen crear un sistema de vigilancia de la degradación forestal, así como prevenir y frenar la tala ilegal y controlar el uso del fuego. Una sugerencia es el concepto de “bosques inteligentes” que, al igual que la idea de “ciudades inteligentes”, utilizarían diferentes tipos de tecnologías y sensores para recoger datos útiles con el fin de mejorar la calidad del medio ambiente.
También podría interesarte:
Lula da Silva propone organizar la COP de 2025 en la Amazonía de Brasil