Aprende a precisar cuándo fallan los sensores del motor
Atento a las señales que te dirán cuándo están fallando los sensores del motor de tu vehículo

Motor Crédito: Shutterstock
Los sensores del motor del auto están preparados para soportar cambios bruscos de temperatura, humedad, suciedad, productos químicos e incluso campos electromagnéticos. Ellos deben resistir todo esto para que no alteren la información recopilada y que será enviada a los actuadores por medio de la unidad de control o centralita para llevar a cabo las medidas necesarias y que todo funcione correctamente.
Aún al ser construidos para exponerse a esas situaciones extremas siguen siendo piezas muy precisas y sensibles por lo que están expuestos a sufrir averías que afectan directamente el funcionamiento del motor. Una de las principales fallas que pueden ocurrir con el auto al fallar un sensor es en la potencia, llegando a ocasionar que no pueda arrancar. Esto puede pasar específicamente con el fallo de un sensor de revoluciones o del encargado de medir la presión del combustible.

¿Cómo saber si hay sensores dañados?
Como existe una gran variedad de sensores, las averías pueden ser muy distintas. Por eso es conveniente dividirlos en tres para poder analizarlos:
- Mecánicos: son los sensores que cierran y abren circuitos, como en el caso de sensor de frenadas que podría quedarse atorado en una posición y dejar de informar a la centralita de si se está o no frenando en un determinado momento.
- Eléctricos: son sensores que cuentan con una resistencia o un bobinado que se encarga de transmitir la señal a la unidad del motor. Si se funde, queda incomunicado.
- Electrónicos: suelen ser los más eficientes, lo que los convierte también en los más frágiles. Están expuestos a fallos de alimentación que los nutre para evitar la señal, que consiste en una variación en el voltaje según el régimen de giro del motor.
El sistema electrónico enciende la luz de avería en el cuadro de mandos cuando se detecta el mal funcionamiento de algún elemento, independientemente del tipo de sensor que se trate. Lo ideal en estos casos es conectar el auto a una máquina de diagnosis que nos pueda especificar el tipo de avería que existe. Pero si en el momento.
Cuando notemos indicios de que un sensor está tomando medidas erróneas lo ideal es sustituirlo de inmediato antes que se complique la situación. Aún así, es importante saber que los fallos más costosos son aquellos que afectan la unidad de control que reemplazarla supone una inversión de no menos de $300 dólares más lo que pueda costar la mano de obra.
Lo que siempre se recomienda en estos casos es la prevención. Una revisión periódico de cada uno de los elementos del auto evitará que las averías avancen e incluso puedan afectar otros sistemas. Los sensores del motor, como hemos explicado en esta nota, son elementos claves en el funcionamiento general del auto.
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