Largas filas y caos se viven en Acapulco por reapertura de supermercados tras paso de huracán Otis
Luego del huracán Otis, las escenas de saqueo se hicieron presentes, por lo que ahora el acceso es controlado.
Luego del huracán Otis, las escenas de saqueo se hicieron presentes, por lo que ahora el acceso es controlado. Crédito: Guardia Nacional | Cortesía
A dos semanas de que el devastador huracán Otis arrasó con Acapulco y varias ciudades del estado de Guerrero, los primeros supermercados reabrieron sus puertas bajo la sombra de la violencia y saqueo que ha azotado la zona.
En la reapertura se vivieron largas filas en las calles y tiempos de espera de hasta una hora, en medio de la desesperación de decenas de personas que buscaban adquirir alimentos tras casi dos semanas.
Bajo fuerte vigilancia armada de la Guardia Nacional, las tiendas volvieron a abrir sus puertas vendiendo solamente artículos de primera necesidad por el momento.
El Grupo Walmart México anunció la reapetura de dos tiendas de Bodega Aurrerá y una de Sam’s Club para ofrecer “productos de primera necesidad a la venta”, lo que se suma a cuatro negocios de la cadena mexicana Chedraui.
Luego de casi dos semanas del azote de Otis, que tocó tierra el 25 de octubre como categoría 5 en el sureño estado de Guerrero, donde ha dejado 48 muertos y rompió el récord de intensificación de un ciclón en México, continúan las labores de búsqueda y rescate en Acapulco y Coyuca de Benítez, las ciudades más impactadas.
Pero el presidente, Andrés Manuel López Obrador, aseveró en su rueda de prensa matutina que “ya se están reabriendo centros comerciales, gasolinerías, se está avanzando hacia la normalidad” en el sur de Guerrero, donde calcula que 250,000 personas se quedaron sin vivienda.
“Se sigue trabajando en Acapulco, ayer ya empezaron a distribuirse enseres domésticos en las viviendas, se siguen entregando despensas, comida caliente, en comedores de Marina, de Defensa, y el día de hoy se inicia la entrega de los apoyos”, declaró el mandatario, quien este martes visitará la zona.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha afirmado que vigilan los precios de los supermercados para evitar abusos, mientras que la Guardia Nacional cuida los establecimientos para evitar la rapiña que se desató tras el azote del huracán.
Ante las decenas de miles de personas que se han quedado sin comida, el presidente afirmó el lunes que su Gobierno entrega 40,000 despensas y más de 50,000 comidas calientes al día.
El Gobierno anunció el miércoles pasado una inversión de cerca 3,500 millones de dólares para reparaciones y apoyos sociales tras el huracán, aunque la agencia Fitch calculó en 16,000 millones de dólares las pérdidas catastróficas.
*Con información de EFE.
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