Las estafas más comunes del que todo jubilado en EE.UU. debe cuidarse
Las personas jubiladas tienden a ser uno de los grupos sociales más vulnerables a las estafas, por lo que si estás por retirarte o tienes algún pariente mayor, toma en cuenta cuáles son las formas más comunes de fraude
Muchos trabajadores en Estados Unidos se esfuerzan durante toda su vida para tratar de vivir tranquilamente durante su jubilación. Para desgracia de muchos, esos sueños se convierten en pesadillas debido a la horda de delincuentes que buscan quedarse con los frutos de tu esfuerzo. Si todavía eres joven, si eres un trabajador que está a punto del retiro o eres un jubilado, toma en cuenta que en la edad adulta disminuyen nuestros sentidos, por lo que debemos estar más alertas. Aquí las estafas más comunes que se encaminan a los jubilados.
Las estafas a adultos mayores les cuestan más de $28 mil millones cada año, según un nuevo estudio de AARP. Alejarse de los medios electrónicos, medida usual de la gente adulta, no es suficiente para protegerte. De hecho, los maleantes saben que este grupo social tiene mayor relación con el teléfono, por lo que debes tener cuidado de las llamadas que recibes.
Te decimos cuáles son las estafas más comunes de las que debes cuidarte en tu jubilación para proteger tus fondos para el retiro.
1. Estafas de presuntos parientes
Como dijimos, los sentidos disminuyen con la edad. Este tipo de estafas es muy común en países latinos y se ha propagado cada vez más en Estados Unidos. Un estafador te hace una llamada y se hace pasar por un nieto, hijo o pariente. Debido a la distorsión de la voz generada por la llamada telefónica, es difícil de distinguir para muchos, máxime cuando afirman estar en problemas y te dicen que necesitan el dinero para lidiar con ello. Entre los conflictos a resolver más comunes es sobre un secuestro o un problema legal.
Toma en cuenta que los estafadores son muy perceptivos de la información que brindas. Cuando alguien sí tiene algún pariente, el error común que muchos cometen es la de soltar un nombre de inmediato, mismo del que se agarran los delincuentes para asegurar que son ellos.
Para evitar caer en este tipo de estafas, es recomendable colgar de inmediato. Posteriormente, llama al familiar que pretendía ser la persona que llamó para verificar que se encuentra bien. Los expertos sugieren idear una palabra clave con sus seres queridos, de modo que si alguien alguna vez tiene problemas reales, la solicites por teléfono para saber que se trata de una emergencia real.
2. Estafas de agentes de atención falsos
Los adultos mayores están llenos de servicios esenciales, especialmente cuando se habla del Seguro Social, Medicare, entre otros. Debido a esto, los delincuentes que llaman por teléfono se hacen pasar por agentes de atención de estos servicios. Este es uno de los fraudes más comunes. Solicitan información personal, como tu número de Seguro Social, número de cuenta bancaria y contraseñas. Su efectividad radica en la amenaza de arresto o suspensión de pagos si no lo hacen.
Pocos saben que los representantes de las agencias federales no hacen llamadas directas a los beneficiarios. Eso significa que si alguien te llama diciendo que es alguno, es una estafa, seguro. Asimismo, los representantes del IRS y de la Administración del Seguro Social (SSA) nunca solicitan información personal por teléfono y no amenazan con emprender acciones legales ni exigen dinero.
3. Estafas de cuidadores
Esta estafa no tiene nada que ver con las llamadas telefónicas, en cambio, es una de las más peligrosas, no solo de que se lleven tu dinero, sino que corres el riesgo de que puedan hacerte algo más. Muchos adultos mayores requieren de cuidadores que los atiendan para cubrir sus necesidades. Lamentablemente, eso facilita que estas personas tengan acceso a la información personal del jubilado, incluso su dinero en efectivo, tarjetas de crédito y cualquier otro artículo de valor. Por si esto no fuera suficiente, muchas personas no denuncian a sus cuidadores por la estrecha relación que construyen.
Si vas a contratar a un cuidador para ti o para un miembro de tu familia, haz una investigación exhaustiva sobre sus antecedentes. Asegúrate de que la persona tenga licencia y provenga de una empresa acreditada. Pide referencias y habla con personas que hayan trabajado con ellos en el pasado.
También te puede interesar: