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Trump y Apple anuncian inversión de $100,000 millones y nuevos aranceles a chips y semiconductores

Trump y Apple presentaron una inversión de $100,000 millones para reforzar la manufactura local: también habrá nuevos aranceles a chips y semiconductores

Donad Trump y Tim Cook, CEO de Apple

En la Casa Blanca, el presidente Donald Trump y el CEO de Apple, Tim Cook, dieron a conocer los detalles de la nueva inversión de la compañía en los EE.UU. Crédito: Alex Brandon | AP

Este miércoles, el presidente Donald Trump y el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, anunciaron un nuevo compromiso de inversión de $100,000 millones de dólares destinados a impulsar la manufactura en Estados Unidos. Además, el mandatario aprovechó la ocasión para anunciar un nuevo paquete de aranceles, en esta ocasión, destinados a los chips y semiconductores.

“El anuncio de hoy es uno de los compromisos más importantes en lo que se ha convertido en uno de los mayores auges de inversión en la historia de nuestra nación”, aseguró Trump en la rueda de prensa, celebrada en el Despacho Oval.

Durante la conferencia, se confirmó la inversión de Apple por $100,000 millones de dólares En el monto se incluirá la implementación de un nuevo programa llamado “American Manufacturing Program” (Programa de Fabricación Estadounidense), cuyo objetivo será relocalizar parte de la cadena de suministro y fomentar la manufactura avanzada dentro del país.

No obstante, se aclaró que esta nueva inversión no es un compromiso para fabricar por completo su popular dispositivo iPhone en el país.

“Este es un paso significativo hacia el objetivo final de garantizar que los iPhones vendidos en los Estados Unidos de América también se fabriquen en Estados Unidos“, dijo Trump.

En la conferencia, se resaltó que la suma de inversión de Apple se elevaría a $600,000 millones de dólares, con la que pretende fortalecer su presencia industrial en el país en los próximos cuatro años.

Ya en febrero, la empresa había anunciado una inversión de $500,000 millones de dólares, la cual contempla la contratación de al menos 20,000 trabajadores en EE.UU. y la construcción de una planta de 250,000 pies cuadrados en Houston, Texas. Este centro de fabricación se enfocará en producir servidores para los servicios de inteligencia artificial de la compañía y se espera que entre en operación en 2026.

Además, Apple planea abrir una academia educativa en Michigan orientada al sector manufacturero. También ha confirmado la expansión de sus centros de datos en Carolina del Norte, Iowa, Oregón, Arizona y Nevada.

“Esto incluye nuevos y ampliados trabajos con 10 empresas en todo Estados Unidos. Producen componentes, incluidos chips, que se utilizan en productos de Apple vendidos en todo el mundo, y estamos agradecidos con el presidente por su apoyo”, dijo Cook.

Los nuevos socios de manufactura incluyen a Corning, Coherent, Applied Materials, Texas Instruments y Broadcom, entre otros.

La noticia de la última inversión de Apple en Estados Unidos hizo que el precio de las acciones de la compañía se disparara casi 6% en las operaciones del mediodía del miércoles.

Aranceles de Trump detrás de la decisión de Apple

Durante su intervención, el presidente Donald Trump aprovechó también para confirmar que esta iniciativa de Apple, en el que se priorizará la producción interna, refuerza la efectividad de su política económica, en el que aumentaría los aranceles a los chips y microconductores.

“Vamos a imponer un arancel muy alto a los chips y semiconductores”, aseguró el presidente Trump. “Aranceles del 100% sobre todos los chips y semiconductores que ingresen a Estados Unidos”.

De esta manera, el presidente busca que más empresas se sumen a Apple en traer la producción de sus productos dentro del país.

“Pero la buena noticia para empresas como Apple es que si fabrican en Estados Unidos o se han comprometido a fabricar sin lugar a dudas en Estados Unidos, no se les aplicará ningún cargo”, aclaró el mandatario.

Este giro estratégico de Apple hacia una mayor inversión doméstica no es nueva. En mayo, Trump advirtió que impondría un arancel del 25% a los iPhones ensamblados fuera del país.

“Le dije a Cook que espero que los iPhones que se venderán en EE.UU. sean fabricados y ensamblados en Estados Unidos, no en India ni en ningún otro lugar”, escribió el presidente en su red social Truth Social en mayo.

Desde entonces, Apple ha buscado evitar los efectos de esta amenaza arancelaria. En abril, la empresa trasladó vía aérea más de 1.5 millones de iPhones desde India a EE.UU., adelantándose a las medidas tarifarias que podrían encarecer drásticamente los productos producidos en China. Esta operación de emergencia implicó más de 600 toneladas de carga repartidas en al menos seis vuelos.

En aquel momento, se dio a conocer que Apple había negociado durante ocho meses con autoridades de la India para reducir el tiempo de despacho aduanero, de 30 horas a solo seis. Un portavoz anónimo explicó que la estrategia fue “ganarle al arancel”, evitando así un aumento sustancial de precios en tiendas.

Y es que el impacto económico de las tarifas es significativo. Un análisis de UBS Investment Research estima que un iPhone 16 Pro Max de 256 GB fabricado en China podría subir de $1,199 a $1,999 dólares si se aplicaran los aranceles actuales. Esto representa un incremento de casi el 67%.

De hecho, el propio Dan Ives, analista de Wedbush Securities, afirmó que si Apple trasladara toda su producción a EE.UU., un iPhone estándar de $1,000 podría alcanzar los $3,500 dólares. Esto evidencia la fuerte dependencia de las cadenas globales de producción para mantener precios competitivos.

La presión de Trump sobre empresas tecnológicas como Apple tiene un objetivo claro: regresar la manufactura a suelo estadounidense. Se verá si estas nuevas y millonarias inversiones de la compañía benefician a su mercado o sean los consumidores los que terminen pagando más por los productos, como sus queridos iPhones, iPads, Macs, entre otros.

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