Fiscal de California supervisará investigación por muerte de joven afroamericano abatido por policías
Xavier Becerra afirmó que se trata de fortalecer el "respeto y la confianza" entre la comunidad y las fuerzas de seguridad
El fiscal general de California, Xavier Becerra, supervisará la investigación por la muerte de Stephon Clark, un afroamericano de 22 años que falleció en Sacramento el pasado 17 de marzo por disparos de la policía cuando se encontraba desarmado y en el patio de la casa de sus abuelos.
La muerte de Clark, que era padre de dos niños, motivó manifestaciones desde la pasada semana en Sacramento, cuyos participantes acusan a las fuerzas de seguridad de racismo y brutalidad.
En una rueda de prensa celebrada hoy, el jefe de la Policía de Sacramento, Daniel Hahn, anunció que ha invitado al Departamento de Justicia de California a supervisar de manera independiente la investigación sobre este caso.
Hahn señaló que tiene “completa confianza” en los detectives de su cuerpo que están indagando sobre la muerte de Clark, pero apuntó que la incorporación de la Fiscalía californiana a esta investigación es algo beneficioso debido a las “emociones extremadamente fuertes, la indignación y el dolor” que se han registrado en la ciudad por este caso.
Por su parte, Xavier Becerra afirmó que ahora se trata de fortalecer el “respeto y la confianza” entre la comunidad y las fuerzas de seguridad de Sacramento.
El fiscal general de California aseguró que su equipo y él harán todo lo posible para garantizar que la investigación sea “justa, exhaustiva e imparcial”.
Junto a la supervisión sobre las pesquisas en el caso de Stephon Clark, la Fiscalía de California también revisará las prácticas y los procedimientos de la Policía de Sacramento.
Hahn y Becerra estuvieron acompañados hoy en la conferencia de prensa por el alcalde de Sacramento, Darrell Steinberg, y por una serie de líderes políticos y de la comunidad de la capital californiana.
Según el relato y los vídeos facilitados la pasada semana por las autoridades, una persona llamó al 911 el 18 de marzo por la noche asegurando que alguien había roto las ventanas de su vehículo y dijo que ese individuo todavía estaba merodeando por el barrio.
Cuando los agentes se desplazaron al lugar, un helicóptero les indicó que había localizado a un sospechoso saltando por una valla y entrando a otro patio.
Los agentes de la Policía le persiguieron, le gritaron que se detuviera y que levantara los brazos. Apenas unos segundos después, le dispararon en 20 ocasiones.
Los agentes creían que Clark llevaba un arma en ese momento, pero en el lugar solo se halló su teléfono móvil.
Las protestas por esta muerte comenzaron el pasado jueves, cuando activistas del movimiento Black Lives Matter cortaron la autopista I-5 y entorpecieran los accesos al partido de baloncesto de la NBA que enfrentó a Sacramento Kings y Atlanta Hawks.
El encuentro comenzó con unos veinte minutos de retraso y escasa presencia de público en las gradas, mientras que en la cancha el propietario de los Sacramento Kings, Vivek Ranadivé, tomó el micrófono para mostrar su respeto por quienes protestaban pacíficamente ante una “tragedia horrible”.
Las manifestaciones continuaron en los días siguientes y el viernes, por ejemplo, unas 200 personas recorrieron el centro de Sacramento para exigir justicia.
La familia de Clark compareció este lunes ante los medios y, en una rueda de prensa muy emocional anunció su intención de practicar una autopsia al cadáver de su familiar independiente a la oficial.
“¿Por qué no le disparasteis en el brazo? ¿Por qué no le disparasteis en las piernas? ¿Por qué no mandasteis a los perros? ¿Por qué no usasteis la pistola de descargas eléctricas? ¿Por qué?”, expresó entre lágrimas Sequita Thompson, abuela de la víctima.
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