Lo que los rayos X no pudieron detectar lo hizo un perro: 1,200 kilos de marihuana en papel aluminio
Gracias a su desarrollado olfato, el perro se ha convertido en el mejor amigo de los agentes fronterizos
El descubrimiento de más de una tonelada de marihuana que esta semana se registró en la frontera de México y Estados Unidos fue gracias al desarrollado olfato de un perro de la unidad K-9 de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) que detectó lo que una máquina de rayos X no pudo.
El miércoles 29 de enero al mediodía un camión GMC C7500 modelo 2006 ingresó al área comercial del Puente de las Américas que conecta a Ciudad Juarez, Chihuahua, con El Paso, Texas.
El vehículo llevaba una carga comercial de papel aluminio por lo que fue sometido a una inspección intensiva al pasarlo por la máquina de rayos X, sin embargo la radiografía no registró lo que momentos después provocó los ladridos del perro.
Cuando el animal olfateó lo que había en el camión alertó de inmediato sobre la presencia de drogas, lo que llevó a que los agentes fronterizos descubrieran que entre las cajas de papel aluminio había 626 paquetes que contenían marihuana y que arrojaron un peso total de 1,056 libras o 479 kilos.
Horas más tarde, ya entrada la noche, un tráiler con remolque, pero sin caja ni carga, fue remitido al área de revisión secundaria en el mismo cruce fronterizo de El Paso.
Al cruzar por la máquina de rayos X se registraron algunas anomalías, por lo que se tuvo que recurrir a los servicios del mejor amigo de los agentes aduanales.
El perro volvió a detectar la presencia de marihuana entre unos recovecos del remolque que llevaron a descubrir que la plataforma estaba conformada de 419 bloques de yerba, los cuales dieron un peso de 1,577 libras o 715 kilos.
Las más de 2,600 libras de marihuana -casi 1,200 kilos- que en total fueron decomisadas y detectadas por el olfato canino, tienen un valor estimado de $2.1 millones de dólares, según CBP.