El significado de los gruñidos en un perro

Cuando los perros gruñen están intentando comunicarse con nosotros y no necesariamente se trata de una agresión

Los gruñidos de un perro no necesariamente significan agresión.

Los gruñidos de un perro no necesariamente significan agresión. Crédito: Ian Waldie | Getty Images

Los gruñidos en el perro son una mínima parte del conjunto de formas que tiene el can para comunicarse, pero son considerados como una forma de agresión y tendemos a recriminarlos, negándonos a entender lo que el animal quiere decirnos. Tristemente esas negativas cuando un animal gruñe, a veces siguen las mordidas porque no supimos controlar la situación y entonces llega el final del perro con la eutanasia o el abandono sin haber intentado dar una solución al problema.

Cuando un perro gruñe comunicará algo dependiendo de la situación en la que se encuentre, de la educación del perro, de su carácter o problemas emocionales y sus vivencias pasadas, un gruñido puede implicar miedo, incomodidad, defensa propia o de un miembro del grupo, agresión, juego, defensa de los recursos y amenaza, según Mis Animales.

En algunas ocasiones los gruñidos tienen significados positivos. Muchos canes, durante las situaciones de juego, cuando están con otros perros o con nosotros pueden gruñir, pero no supone ninguna amenaza, ya que está unido a las conductas positivas del juego.

Otro motivo por el que muchos perros gruñen es por la defensa de los recursos, como son comida, juguetes u otros objetos que sean de interés para el can. Ante este conflicto, algunos amos suelen reñir al perro y quitarle lo que está protegiendo, ya que creen que la mascota está mostrando dominancia.

Foto: Robert Wegner /Pixabay. Los perros comunican muchas emociones a través de los gruñidos.

Eso es un error, lo único que siente el perro es que su dueño le está quitando algo que es de mucho valor para él, por lo que el vínculo entre el tutor y el can se deteriora. Además, debido a la frustración, el perro podría llegar a morder algún día.

Ante ello es mejor que el perro pierda interés por el recurso y si el can valora en exceso un juguete, no debemos quitárselo; al contrario, debemos darle muchos juguetes iguales porque al tener tantos perderán valor.

Cabe destacar que el gruñido no es siempre la antesala a una mordida. Muchas veces, el canino gruñe y decide irse. Esto también es una forma de comunicación. Sin embargo, para otros canes, si el estímulo que está provocando el gruñido no cesa, entonces procederá a morder.

Es imposible que un perro deje de gruñir, al igual que ocurre con los ladridos. Ambos son una forma natural de comunicación, y es normal y sano que a veces lo hagan. Sin embargo, como siempre, un exceso puede no ser normal.

La ansiedad, el estrés, la mala gestión de la frustración y otros problemas que puede sufrir un can son estados que propician conductas como los gruñidos en el perro. Por esta razón, hay buscar la raíz de por qué nuestra mascota se comporta así y no reprimirlos.

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Agresión comportamiento Comunicación Mascotas perros

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