¿Cómo curar a un bebé que tiene mal de ojo?
La sal marina y el huevo son elementos que te ayudarán a curar a tu bebé si sospechas que tiene mal de ojo
El mal de ojo, maleficio que se transmite a través de la mirada, afecta a los bebés más que a los adultos ya que son muy sensibles a las envidias y malas vibraciones. Protegerlos de las energías negativas no es tarea sencilla debido a que podríamos no saber quiénes son las personas que se le están transmitiendo y, probablemente, nos percatemos cuando ya es demasiado tarde.
Afortunadamente, existen diversos rituales que podemos hacer desde nuestra casa para poder curar a los bebés de esta terrible maldición.
Ritual con sal marina
Es un método antiguo que es muy eficaz para sanar a los bebés de estas maldiciones, según reseñó el portal especializado Maldeojo.net. Lo que debes hacer es formar un círculo de sal marina en el suelo del cuarto donde duerme el bebé y luego prende 4 velas blancas dentro de la circunferencia. Recuerda tener extrema precaución y retirar objetos que pudieran ocasionar un accidente. Colócate dentro del círculo con el bebé en brazos y reza la siguiente oración:
“Alabado sea mi amado señor Jesús, vencedor poderoso de demonios, misericordioso de los arrepentidos, vengo hoy a ti para pedir por la salud mental, física y emocional de mi hijo, de tu hijo. Padre te pido que este maleficio se vaya de él, porque no lo merece, no lo quiere ni lo recibe. Padre solo tú eres dador de vida.
Lo pongo en tus manos Miguel Arcángel, para que con tu espada azul poderosa, cortes toda brujería, hechicería o magia negra que pueda estar afectando a mi hijo (nombre del bebé) es un hijo de Dios que a nadie daña, por favor que nadie lo dañe a él. Miguel Arcángel llévate esta mala energía lejos para siempre. Envuelvo a mi hijo en tu luz azul para que lo protejas siempre. Gracias padre por escucharme”.
Una vez dicha la oración, espera a que las velas se acaben. Procura usar velas muy pequeñas para que no estés mucho tiempo esperando.
Ritual con huevo
Si el ritual anterior consideras que es un poco complicado, la opción es ocupar un huevo fresco. Acuesta al bebé boca abajo y pásalo por todo su cuerpo de cabeza a pies y mientras lo haces, reza un Padre nuestro o la oración de tu preferencia.
Sostén el huevo en su cabeza durante algunos segundos, coloca al bebé boca arriba y repite el procedimiento. Rompe el huevo en un vaso con agua y déjalo durante 3 noches debajo de la cama donde duerme el bebé. En la cuarta noche tira el huevo en el inodoro para deshacer el maleficio.
La sal marina y el huevo son dos elementos que poseen el poder de absorber cualquier maldición, usarlos en estos rituales te ayudará a que tu hijo esté libre de todo mal.
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