Retrasos, imprevistos y polémica: los inconvenientes que marcaron la boda de Camila Fernández
La hija de "El Potrillo" tuvo que enfrentarse a muchos problemas en su día soñado
Uno de los clanes musicales más importantes de México se fue de fiesta este fin de semana para celebrar la boda de una de sus próximas grandes promesas.
Camila, hija del famoso cantante Alejandro Fernández y nieta del legendario Vicente Fernández, se casó este domingo en Guadalajara con Francisco Barba tras un romance exprés que apenas ha durado un año.
El día no estuvo exento de imprevistos que afectaron a la llegada de la novia y de su padre a la iglesia. En un principio, habían planeado usar como vehículo una calesa tirada por caballos y adornada con flores.
Sin embargo, los conductores se equivocaron de lugar y no llegaron a tiempo para recogerlos; eso explica que la novia llegara con el tradicional retraso y hecha un manojo de nervios, mientras su padre -que la llevaba del brazo- se encargaba de responder por ella a las preguntas de los medios con mucha calma y haciendo gala de su amabilidad habitual.
Por suerte, la carroza ya estaba esperando a la salida de la ceremonia religiosa para transportar a los recién casados.
Aunque la ceremonia se podría definir como ‘íntima’ por el número de invitados, en vista de lo que se esperaría del gran día de uno de los cinco retoños del Potrillo, el evento congregó a un sinfín de curiosos y paparazzi cuya presencia dificultó que se respetaran las medidas de distanciamiento social que se han impuesto durante la crisis del coronavirus.
El hecho de que Camila tampoco se pusiera una mascarilla para recorrer el camino al altar también le ha valido un sinfín de críticas a los Fernández por correr riesgos innecesarios durante la actual pandemia.